LA HISTORIA
MITOLÓGICA DE PAPÁ NOEL
Cuenta la
Historia que Papá Noel, se llamaba en su
más tierna infancia NICOLÁS
de BARI ó de MYRA
hace ya muchos años, tantos que sumarían
cientos de cientos de años, allá por el año 280 en la ciudad de Myra, en
los verdes Valles de LICÍA, actualmente llamada TURQUÍA. Sus padres eran muy
ricos y de nada le faltaba al pequeño NICOLÁS, salvo la cosa que más deseaba
desde que tenía dos años y no era otra que ver la nieve blanca de las montañas y cogerla con sus
manos, pero en los Verdes Valles de LICIA, nunca había nevado. Sin embargo
sabía de un lugar en el que nevaba durante todo el año con abundancia por lo
que sus padres le contaban y en el cual vivía una persona que el amaba mucho;
era su tío al que los lugareños llamaban
con respeto el Marqués de Hielo porque vivía solo con sus criados en un enorme
Castillo de Cristal de Hielo. Dicho lugar se encontraba en el Círculo Polar
Ártico en un País llamado Finlandia, pero en la tierra de LOS SAMI y en la
región de Laponia, concretamente, a las afueras del pueblo de ROVANIEMI.
Cuando su tío fue informado de la obsesión que el pequeño
Nicolás de Bari sentía por jugar con la nieve, le prometió que cuando cumpliera
10 años, mandaría a su Comandante en Jefe de ir a buscarlo en el Gran Trineo
Imperial, el cual sería arrastrado por 9 Renos bajo las órdenes del Jefe de
Renos, el Gran Adolfo, el cual poseía unas enormes luces en su frente que
iluminan todos los caminos.
Y así, cuando llegó el día de su décimo cumpleaños, al
despertar se encontró con el Comandante en Jefe de su tío y su Trineo Imperial
con los 9 Renos Reales. Mientras Adolfo,
daba las órdenes a los otros Renos para que estuviesen preparados pues en pocas horas, volverían al
Castillo de Cristal de Hielo. Cuando
llegó la hora, sus padres muy tristes se abrazaron al pequeño Nicolás
-
¡¡¡ Tranquilos padres que en un mes estaré de regreso…!!!
Pero sus padres sabían que nunca más lo verían con vida y
entre inmensas lágrimas se despidieron del pequeño
-
Obedece siempre a tu tío. Él ahora es como si fuera tu
padre y nada te faltará y
… nunca nos olvides…
-¡¡¡ Como os voy a olvidar si pronto estaré de regreso…!!!
Y dicho esto, el Gran Rodolfo ordenó al resto de los Renos
-¡¡¡ Duendes del Castillo de Cristal, llevemos al pequeño
Nicolás de Bari a la morada de su tío, el Marques de Hielo (como así era
conocido por los lugareños SAMI)!!!
Pero en vez de cabalgar sobre el suelo, observó que el
Comandante en Jefe, sacó una extraña botella del bolsillo, se dio un buen trago
y al expulsar el aire, de forma misteriosa, el Trineo Real levantó su parte
delantera hacia el Cielo y voló entre
las blancas nubes a una velocidad treinta veces más supersónica que lo que hoy
volaría el avión más rápido del mundo y en tan solo 20 minutos llegó a
Finlandia mientras que a través del suelo necesitaría 3 largos meses. Pero descubrió
otro misterioso acontecimiento y era que
aquel humo blanco que despedía por la boca el Comandante, cubría todo el Trineo
Real y no penetraba el frío en dentro, más bien sentía un cálido calor
corporal.
A medida que cruzaba el Círculo Polar Ártico, y se
aproximaba al pueblo de Rovaniemi, en la Laponia Finlandesa, el pequeño Nicolás
de Bari se fascinaba al contemplar la
inmensidad de tanta blanca nieve lo que significaba tener cumplido una parte de
su largo Sueño, ahora solo le faltaba
tumbarse sobra ella y cogerla con sus manos y llenar su cara de ese
Blanco que nunca había visto. No tardó mucho en complacerse
porque delante de él, en la parte más alta de la llamada Montaña Blanca se
alzaba un inmenso Castillo de Cristal de
Hielo en cuya entrada le esperaba ansioso su anciano tío y todos sus
sirvientes.
-
¡¡¡ por fin has llegado mi amado sobrino…!!!
-
¡¡¡ Yo también deseaba verte tío …
-
¿Pero qué deseabas más… verme a mí… o jugar con tu
soñada nieve…?
Y así, se fundieron en un adorable abrazo, mientras los
sirvientes le presentaban sus respetos.
De camino al Salón Principal del Castillo se maravillaba en
contemplar las blancas paredes de mármol, las redondas columnas de mármol y el
brillante suelo de mármol, mientras que del techo colgaban enormes lámparas de
Oro Macizo. Eso significaba que su tío era infinitamente más rico que sus
queridos padres pero… ¿cómo tenía tanta riqueza , para él solo… porque nunca se había casado e hijos
… no los tenía. Mejor… ya se lo preguntaría en otro momento.
-
Tío, ¿cómo es posible que en tu Castillo de Cristal de
Hielo no se noto el frío de la Nieve y sí un cálido y extraño calor…?
-
Es uno de los muchos secretos que guardan los Duendes
del mismo Castillo y que poco a poco te iré contando, pero antes de nada, debes
prometerme y no olvidarte de esta promesa … que NUNCA le contarás a nadie,
incluso a tus padres los secretos que vayas conociendo pues de lo contrario, a
cada uno que se los cuentes, la maldición del Castillo … los matará antes de
amanecer, después de arrancarles los ojos
-
¡¡¡ A mí no me
preocupa eso de las maldiciones porque yo siempre te obedeceré, querido tío,
pues así me lo dijo mi amado padre, tu hermano!!!
-
Me han parecido bien tus sinceras palabras, siempre que
las hallas dicho desde el fondo de tu corazón y como premio te contaré “el
primer Secreto del Castillo “.
No hace frío como tú notaste
porque nos protegen el aliento de los Duendes…
-
¿Pero yo no vi aún a esos Duendes, tío…?
-
Pero ellos si te están viendo y escuchando porque son
invisibles y solamente
te dejaran verlos cuando confíen en ti y ahora que ya es
tarde y has hecho un largo viaje,
acaba de de cenar y acompaña al Mayordomo Real que te
llevará a tus habitaciones donde te ducharás y dormirás plácidamente.
¿Y los Duendes me estarán viendo
cuando me duche…?
-
Ellos … todo lo ven y todo lo escuchaban y así …
siempre te protegerán de los Malos Brujos de la Nieve de la Montaña Blanca
-
¿También hay… Brujos…?.
-
Era una broma. Hala, hasta mañana, porque ya estás con
los ojos medio dormidos
-
Gracias por recibirme, querido tío y presiento que voy a
ser muy feliz a tu lado
-
¡¡¡ Y lo serás… claro que lo serás, porque todos haremos que te sientas el niño más Feliz del
Mundo…!!!
-
Hasta mañana tío… ¿te puedo dar un beso…?
-
-Los que tú quieras
Y así lo dejó ir el anciano bajo los cuidados del forzudo
Mayordomo Real, al mismo tiempo que procuraba disimular las ganas de llorar con
tantas emociones. Nadie le había dado un beso y menos, un pequeño niño, ni tan
siquiera los miles y millones de niños que todos los 24 de Diciembre, llenaba
de regalos… pero ese Secreto… aún era temprano para contárselo.
El viejo Marqués de Hielo, había acordado que mientras el
pequeño Nicolás de Bari no pidiera volver a junto sus padres, se quedaría en su
Castillo y el anciano Marqués le nombraría su heredero Universal de todas sus
enormes e infinitas riquezas, pues si bien los padres del niño eran ricos, lo
eran porque su tío le mandaba mucho Oro que después vendía y así se hacía cada
día más rico. Y… ¿de dónde le venía a su
tío tanto Oro…? Otro Secreto más que no tardaría en saber.
El tiempo fue pasando y el pequeño Nicolás de Bari no tenía
tiempo de pensar en regresar a su casa porque allí tenía todos los mayores
juegos del mundo y hasta su tío le había puesto a cinco profesores para que
siguiera estudiando. Y los meses y
también los años fueron pasando hasta que llegó el día de su décimo octavo cumpleaños,
lo que tanto había esperado el anciano Marqués de Hielo. Ese día tendría una
gran fiesta en la cual, sería presentado a los hombres del Valle más
importantes, como su Heredero Universal, pasando a llamarse el 2º Marqués de
Hielo.
Pero lo más importante sería la terrible prueba de valor a
la que antes le sometería su tío
para estar plenamente convencido de ser su Digno Sucesor y
poder contarle todos los Secretos que aún no sabía.
-
Hola querido tío, buenos días, hoy parece que no
faltará el calor del Sol
-
Hola Nicolás, te estaba esperando muy ansioso
-
¿Por qué tío… es que ha pasado algo malo…?
-
A tu lado nada malo puede pasar porque desde que estás
aquí has iluminado mis cansados ojos y además hoy es tu dieciocho cumpleaños.
-
¡¡¡ Ah… no me había dado cuenta…!!! Soy tan feliz a tu
lado que viviría igual contigo si en vez de este enorme y precioso Castillo,
vivieras en una humilde cueva
La emoción del anciano Marques le oprimía su cansado
corazón.
-
Hoy mi querido y amado sobrino he preparado una gran
fiesta para ti …
-
¿Para mí…?
-
Déjame contártelo. Hoy vendrán al Castillo las familias
más importantes del Pueblo de Rovaniemi y sus alrededores y será en tu honor,
en la cual y ante todo el mundo te nombraré oficialmente mi heredero universal,
dueño y señor de todas mis riquezas, cuyo momento más importante será cuando en
vez de llamarte Nicolás de Bari, tu nuevo nombre será Nicolás de Noel.
-
¿Y porque me llamaré Nicolás de Noel, querido tío pues
yo no sé qué significa Noel en el idioma de los SAMI de Laponia.
-
Déjate llevar por los acontecimientos que se sucederán
y confía en mí como lo has hecho todos los días desde tu llegada
-
Sabes que siempre confío y confiaré en ti, mi amado y
querido tío… ¿y quieres
-
saber una cosa…? que sin saber lo que significa … ya me
empieza a gustar más llamarme Nicolás de … NOEL.
-
Así espero que lo hagas y pronto sabrás lo que
significa.
Aquel fue el día de más feliz de su vida y se sintió querido
y respetado cuando el Marqués de Hielo lo presentó a la nobleza de toda Laponia
como su único HIJO HEREDERO. Estos a su vez le presentaron sus respetos y no
faltaron sus amigos y amigas con los que compartía el juego de la Nieve.
Pronto se hizo de noche y después de pedirle permiso a su
tío, se marchó a sus habitaciones, pensando lo último que le había comentado el
anciano Marqués de Hielo
-
Nicolás de NOEL, mañana por la mañana, te espera una
prueba de valor muy importante, pero aún siendo extremadamente peligrosa, sé
que la podrás hacer
-
y esa será el principio de conocer todos los secretos
que no eres capaz de imaginar del Castillo de Cristal de Hielo y sobretodo …
sabrás quien soy yo
-
durante “algunos días del Año” concretamente a finales
del mes de Diciembre
¿Qué quiso decirle su querido
tío…? Pero estaba tan agotado que al
apoyarse en la cama se quedó dormido como un Gorrioncillo. Al día siguiente,
cuando ya había desayunado, escuchó la voz del anciano
-Nicolás de NOEL… ¿andas por ahí?
- Si querido tío, aquí en el
comedor estoy.
Ya llevaba un rato buscándote
para encargarte la prueba que debes hacer, de lo contrario se te hará de noche…
y tu vida correrá un serio peligro. Debes coger el Trineo Real y cargar en él,
toda tu mejor ropa y calzado, pero toda. Una vez cargado el Trineo te debes
dirigir al Pueblo de Rovaniemi y casa por casa irás regalando tu ropa teniendo
en cuenta los que sean más necesitados. Cuando acabes, debes entregar también
tus botas de la nieve y darás órdenes a Rodolfo para que ordene a los Renos
volver al Castillo, pero tú tendrás que regresar sin ropa de abrigo ni botas,
solo con un pantalón corto, tu
camiseta y unos simples calcetines. ¿te atreverás a hacerlo… o tienes miedo?
-
Querido Tío, no dudo que será una dura prueba pero si
tú me lo pides… la haré
-
porque aún recuerdo que el primer día que llegué a tu
Castillo te dije que siempre te obedecería y eso siempre lo he hecho. ¡¡¡ Estoy
preparado para partir…!!!
Y una vez cargado el Trineo Real, ordenó al Gran Rodolfo que
enfilase camino hacía el bello Pueblo de
Rovaniemi. Al principio todo iba bien pero cuando tuvo que desprenderse de su
propia ropa y peor aún de sus maravillosas botas, comenzó a notar la dureza del
frío de la nieve. Estaba decidido a cumplir lo que su tío le había ordenado y
así lo haría aunque en ello perdiera su vida. Al terminar el reparto, ordenó a
Rodolfo regresar con los otros Renos y el Trineo al Castillo de Cristal de
Hielo mientras él lo haría andando sobre la helada nieve.
No tardaron sus pies el sentir como si sus pies se clavaran
en afilados cuchillos de hielo, pero su decisión estaba tomada y casi al anochecer,
vio las luces de la puerta de entrada del Castillo en donde le esperaba su
amado tío y todos los sirvientes.
No más dar un paso de entrada, su cuerpo se desplomó. Había
realizado un esfuerzo sobrehumano, pero estaba allí y lo más importante es que estaba
vivo y aquel sacrificio
le confirmó al Marqués
de Hielo, que no se había equivocado al nombrarle su heredero universal
y que ya era el momento de explicarle el porqué le había puesto el nombre de
Nicolás de NOEL, aunque aún dicho nombre sufriría una
pequeña variación durante los últimos días del último mes de cada Año.
Cuando, aún agotado, Nicolás de NOEL, se despertó, se
extrañó ver a su anciano tío dormido en su sillón… ¿Qué hacía allí y cuantas
horas llevaba durmiendo…?
-
Tío, ¿sigues dormido?
-
¡¡¡Ah… por fin has despertado…!!!
-
Pues claro, me acosté ayer al regreso de mi viaje a
Rovaniemi y ahora es hora de levantarse
-
Eso es lo que tú crees hijo mío ( le había llamado “hijo
mío” por primera vez) En realidad hace 90 días que, con sus 90 tardes y con sus
90 largas noches que te has dormido y sentado en este sofá te he acompañado
esperando a que despertases …
-
¿Que dices… que he estado 90 días durmiendo seguido…?
-
Así es. Ahora debes seguir descansando y mañana
comenzarás a saber quien soy en realidad y el porque soy tan rico y lo que te
espera de felicidad a ti como mi único heredero universal.
No hizo falta volver a repetírselo porque en medio segundo
volvió a quedarse profundamente dormido, hasta el día siguiente. Después de
asearse se reunió con su tío en el comedor principal y este le fue explicando
lo que sucedería ese día.
-
Cuando termines de desayunar, bajaremos los dos solos a
las bodegas del Castillo que tú nunca has visto y allí descubrirás todos los
Secretos y en realidad sabrás quien soy yo.
Y así lo hicieron. Bajaron por la gran Escalinata que él
había tenido prohibido bajar y al fin ante él solo había una enorme puerta de
acero inoxidable de un metro de espesor ( que le había contado el anciano, la
había puesto por seguridad) pero no
tenía ningún hueco por donde colocar una llave, entonces … ¿Cómo se abriría
aquella enorme y pesada puerta…? Su tío,
adivinando lo que Nicolás de NOEL estaba pensando, sacó uno de aquellos frascos
extraños que muchas veces él los viera usar y después de tragar aquel humo
blanco y expulsarlo frente a la puerta vió entre la humarada blanco unos
diminutos muñecos sonriéndole y bailando.
-¡¡¡Tío… ¿Quiénes son esos pequeños monstruos que bailan
entre la cortina de humo blanco…?!!!
Su tío no cesaba de reírse…
No son monstruos joven Marqués. Esos que tu llamas monstruos
no son más que los Duendes buenos que siempre estuvieron protegiéndote, incluso
cual regresaste del Pueblo de regalar tu ropa.
Y mientras Nicolás de NOEL lo escuchaba, sintió como la enorme puerta comenzaba a abrirse
lentamente. No más poner los pies en su interior, bruscamente se cerró quedando
los Duendes por fuera. El joven Marqués de Hielo pasaba de una sorpresa a otra
y en estos momentos esa era que una brillante y extraña luz iluminaba aquella
enorme estancia.
-
¿De donde viene esa luz, padre, que yo no veo las velas
encendidas…?
El anciano no pudo evitar que por
primera vez su amado sobrino le llamara PADRE y abrazándolo le dijo
-Fíjate que esa luz viene de todos las
estanterías
-Ya lo veo pero no hay velas
redondas que iluminen tanto…
-No son velas sino miles y miles
de BOLAS DE ORO PURO
-¿De ORO PURO… y como llegaron
ahí…?
-Verás que en el centro de este
salón hay dos grifos que parece que son para recoger agua ¿no crees?
-¿Entonces que desprenden si los
abro…?
- Si abres el de la derecha y
pones un enorme barril se llenará de BOLAS DE ORO que yo después vendo y por
eso soy tan rico, pero si abres el grifo de la izquierda, manará un humo blanco
procedente del Volcán que hay debajo del Castillo que una vez introducido y
guardado en esas extrañas botellas que siempre has visto, y así, si deseamos
cualquier cosa, inhalamos un poco de ese humo blanco y se cumplirá cualquier
deseo, por ejemplo pasar por debajo de las puertas o chimeneas
-Tío… y tú para que quieres tanto ORO
-Pues con él lo regalo a los Pueblos para que hagan colegios,
hospitales, casas para ancianos, carreteras, campos de deporte y también para
que compren ropa y comida los más necesitados
-Me parece muy bien y yo haré lo mismo que tú.
-Me alegro que pienses así y ahora solo falta que conozcas
mi GRAN SECRETO. Todo el mundo me conoce como el Marqués de Hielo, como ahora
te llamarán a ti, pero yo tenía ganas que en las vacaciones de Invierno de los
Colegios, los niños tuvieses los regalos que ellos quisieran y así mandé a mis
criados que fueran por el Pueblo anunciando que el día 24 de Diciembre llegaría del más arriba del Polo Norte
un misterioso personaje llamado PAPÁ
NOEL el cual esa noche les dejaría al lado de su cama todos los regalos que
pidieran, pero claro ni los padres podían saber que era yo, por eso me hice un disfraz que en unos sitios se
vuelve verde y en otros rojo con unas enormes barbas blancas y una pronunciada barriga,
entonces los padres, cuando sus hijos se duermen pronto, me dejan una luz
encendida y significa que puedo pasar, pero si no veo la luz encendida es que
sus hijos no obedecieron y no quisieron dormir, pero aparte de esto, yo desde
la torre más alta del castillo, con mis prismáticos mágicos, veo todo el año
como se comportan en casa, en el colegio y lo más importante es como se
comportan con sus abuelitos y con todas las personas ancianas y si son buenos,
yo les premiaré con los regalos que hayan pedido pero si han sido malos
sobretodo con sus abuelos solo tendrán piedras de chocolate llenas de vinagre.
-Me parece fantástico pero
no entiendo como puedes entrar sin despertarlos y como puedes llegar a tantos
Pueblos en una sola Noche
- Porque llevo las botellas
de humo blanco y si le pido que quiero pasar por debajo de las puertas, los
Duendes de la Noche me lo concederán.
-¿ Y quien te lee tantas
cartas..?
-Mis amigos los Duendes que
saben todas las direcciones del mundo, pero ahora ya soy viejo y apenas puedo
caminar, así que eres tú el que debe usar mi puesto y como llevarás el disfraz mío
de PAPA NOEL, ningún niño del mundo te conocerá, así año tras año, hasta que tu
seas mayor y tendrás que buscar un niño bueno como fuiste tu, nombrarle tu
heredero y continuar siendo PAPÁ NOEL POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.
-Papá … y como debo hacer
si me llegan cartas de Países que no conozco ni entiendo sus idiomas .
No te preocupes porque los
Duendes de la Noche saben todos los países del Mundo con sus idiomas y el Gran
Jefe Reno ADOLFO, conoce todas las carreteras y caminos del mundo y con el humo
blanco del Volcán te otorgará todos los Sueños que desees.
Y así fué como el pequeño
niño llamado NICOLÁS DE BARÍ, pasó a llamarse los días 24 y 25 de Diciembre
PAPÁ NOEL, sin imaginarse nunca que en
realidad, durante el resto del año se llamaba NICOLÁS DE NOEL, MARQUES DEL
CASTILLO DE CRISTAL DE HIELO, EN EL PUEBLO DE ROVANIEMI, EN EL CÍRCULO POLAR
ÁRTICO, EN EL PRECIO PAÍS LLAMADO FINLANDIA