El Malvado León……. MELENA
NEGRA
Las viejas leonas presentían que no tardaría mucho en volver a cumplirse
una de las Sagradas Leyes de la Gran Sabana. Ya lo habían vivido otras veces y
hasta sus madres se lo habían advertido que “así sucedería”. Como Reinas del
mundo animal, vivían felices y tranquilas, viendo crecer a sus cachorros
alimentándose de abundante leche materna. La comida de carne fresca abundaba
por aquellos inmensos valles y la presencia cercana del Gran Rey Simba, les
daba seguridad ante el ataque de otros fieras. Si enorme y esbelta figura, ahuyentaba
cualquier temor que pudiera presentarse, incluso de otros vagabundos leones
pero los años le iban convirtiendo en un
viejo y holgazán Rey, manteniendo ¡¡¡ eso sí…!!! determinados privilegios de su
rango, como negarse a cazar y que solo lo hicieran ellas pero, también el
derecho de ser el primero en comer hasta saciarse para dejar los restos para
sus amantes criadas. Sin embargo, todas sabían que pronto llegaría el día que
un joven y nuevo León, intentaría destronarlo y hacerse el dueño de toda la
manada. Muchos, antes lo habían intentado pero nadie había sido capaz de
vencer al ahora anciano Rey Simba. Lo peor era que llegado ese día, la cruel
muerte de los jóvenes cachorros sería inevitable. El nuevo Rey no consentiría
cachorros que no fueran engendrados por él y además con la muerte de esos
pequeños, pronto sus madres entrarían de nuevo en celo y tendría su propia
manada. Por eso, la vieja leona Mara, vivía angustiada pensando en ese momento
pues era consciente que sus tres cachorros serían los últimos que habría parido
con su edad y nada podría hacer para que un nuevo Rey, no los asesinara. Y ese
temor creció cuando días atrás, observó que un enorme y joven león de extraña
melena negra, merodeaba cerca de la manada, observando las costumbres del viejo
Rey Simba que no eran otras más que atiborrarse de comida y dormir grandes
siestas; a su edad… poco más podía hacer. Mara ocultó a las demás madres la
presencia de aquel nuevo león para no asustarlas.
Sus hijos y demás cachorros de la
manada, jugaban todo el día felices en aquel bello valle, sin más preocupación
que llenarse de leche materna, dormir y volver a jugar. Mara no podía disimular
su angustia y preocupación, cosa que las demás madres comenzaron a notar que
algo extraña le pasaba y comentaban entre ellas.
-¡¡¡
Será porque sabe que jamás quedará embarazada y ahora ya es demasiado anciana
para cuidar sus propios cachorros….
Aquella tarde, Mara decidió ocultar a sus
cachorros fuera de la manada, porque cada momento que pasaba, un presagio de
terror cubría su cuerpo, como si aquella noche fuera la última vez que sentiría
a sus cachorros mamar sobre su barriga, mientras ella los observaba. Recordó
una vieja cueva abandonada y se dirigió a ella, seguida de los pequeños y allí
los amamantó. A la mañana siguiente, cubrió con piedras la entrada para que no
salieran y orinó todo lo que pudo en ellas, para dejar su propio olor a leona y
esto protegiera a los pequeños. Sin embargo a medida que se acercaba a la
manada, comprendió que algo terrible había sucedido al ver al joven león de
Melena Negra, lanzando enormes rugidos que llegaban más allá de la Sabana. Las
demás leonas, asustadas no daban crédito a lo que veían y cuando lo vio Mara,
se estremeció de terror. A los pies del joven león estaba la cabeza decapitada
del viejo león Simba.
Melena
Negra no le dio el derecho de defenderse y aprovechando su larga siesta,
siempre alejado de la manada y al lado del Árbol Sagrado, se lanzó sobre él,
hundiendo sus enormes y afilados dientes en su garganta y con dos sacudidas,
separó la cabeza de su cuerpo.¡¡¡ Pobre final del viejo León … pero la Ley de
la Sabana se había cumplido de nuevo. Con aquellos rugidos, proclama a todos
los vientos y en todas las direcciones que él era desde ese momento el nuevo
Rey de la Sabana al cual debería obedecer toda la manada. Pero la toma de ese
derecho, también significaba el principio de la muerte de todos los cachorros
porque un nuevo Rey jamás permitiría la existencia en la manada de un cachorro
que no fuese engendrado por él y cuando Melena Negra, sintió que todo el mundo
animal se había enterado, se abalanzó sobre todos los cachorros, decapitándoles
de un solo golpe. Lo más dura era ver su maléfica sonrisa cuando acababa con la
vida de cada uno. Fue apilando al lado de la cabeza de Simba a cada cabeza que
decapitaba y como si conociera el lugar donde estaban los cachorros de Mara,
una vez acabada su crueldad…. corrió hacía la cueva y no tardó en llegar
transportando entre sus dientes las cabezas de los cachorros de Mara. Nada pudo
hacer la anciana leona por proteger a sus cachorros y aceptó la Ley de la Sabana.
Pronto, nuevos cachorros, hijos de Melena Negra, nacerían y con ellos, crecería
la manada de leones. El malvado Melenas Negra, sabía que una vez muertos todos
los cachorros, las mamas volverían a sentir su ciclo de fertilidad y lo
aceptaría, pero para la anciana Mara, era demasiado tarde y aquel inmenso
dolor, fue desarrollando en su interior, un inmenso odio que la llevaría a
cumplir su gran castigo.. Ella ya nunca sentiría su ciclo de celo, pero no
permitiría que aquel cruel y asesino león, cumpliera su deseo que crear una
nueva familia.. Este, para ganarse la simpatía y el respeto de las hembras, se
dedicó a cazarles grandes presas para que comprendieran que estando él, nunca
les faltaría comida. Pasaron unos días en los cuales Mara no había probado
bocado pero aquella tarde observó que la enorme pieza que había cazado era una
anciana madre nuit recién parida y eso significaba que sus crías sin la
protección y comida de su madre, no tardarían en morir. Su instinto maternal la
obligó a buscarlos y protegerlos y entre la manada, pronto divisó a tres crías
de nuit abandonadas y desfallecidas. Se lanzó sobre ellas mientras la manada la
contemplaba esperando lo peor, pero Mara, con mucha delicadeza, las sujetó por
sus gargantas y las llevó al interior de la cueva donde había criado a sus
cachorros. Estos pronto notaron el olor a leche y se lanzaron buscando de donde
venían mientras Mara les ayudaba a mamar. Y así permanecieron varias horas
hasta que con la tripa a rebosar de leche, se quedaron dormidos sobre la
barriga de Mara o lo que ellos creían, su nueva mamá. Esto le hizo recordar a la vieja leona como sus
cachorros hacían lo mismo que aquellos indefensos nuit y su recuerdo le
acompañó toda la noche. Juró que los cuidaría como si fueran sus propios hijos
y los protegería con su vida ante cualquier peligro. Por la mañana, salió
despacio de la cueva mientras los tres angelitos dormían y bloqueo la puerta de
entrada con enormes mientras, orinando en las misma para dejar su huella y que
aquella cueva era propiedad de una leona y luego se dirigió a su manada para
que nadie, ni el mismo rey Melena Negra descubriera su secreto.
Durante el día se atiborró de comida para
que sus pechos se llenaran de fresca leche para alimentar a sus nuevos hijos y
al atardecer, sigilosa y en silencio abandonó la manada y se dirigió a su cueva
donde hambrientos le esperaban los tres nuit que al verla, se pudieron locos de
contentos al ver a su nueva madre, la cual les traía enormes cantidades de
leche que ellos mamaron durante largas horas hasta quedar rendidos del sueño.
Los
días siguientes las madres de la manada comenzaron a sentir en sus cuerpos que
el nuevo ciclo de apareamiento había comenzado y Mara pronto se dio cuenta. También
las veteranas madres habían notado un extraño comportamiento en Mara pero
pensaron que sería fruto aún del dolor de perder a sus tres cachorros
-
¡¡¡ Claro… es tan anciana que nunca
volverá a tener nuevos hijos …!!! Comentaban
-
Pero ella… nada decía, solo en vez de un
nuevo celo, sentía un terrible odio hacía Melenas Negras y ante el próximo embarazo de las leonas, solo un pensamiento
corría con más fuerza por su mente …
-
-Jamás permitiría que aquel malvado Rey
tuviera un solo hijo….
-
Pasaron unos días en los cuales los pequeños
nuit, se recuperaron y fuertes, jugaban sin saber que el destino les traería
una nueva sorpresa porque “el día había llegado…”””. Al amanecer, Mara salió de
la cueva y dejó que sus nuevos hijos la acompañaran. Era la primera vez que
salían al exterior
-
-¿ A dónde vamos … mamá…?- le
preguntaron
-
-Será una bella sorpresa, pero no hacer
ruido para que nadie nos descubra.
-
Apresurados y en total silencio,
siguieron a su madre que se dirigía hacía una gran manada de nuit. Estos,
cuando observaron la presencia de la leona, acompañada de tres crías de nuit….
¡¡¡ no podían dar crédito a lo que veían…!!! ¿ qué significaba aquello? Desconfiados
formaron un pelotón circular de defensa y cuando Mara se acercó a un metro de
distancia…. Les dijo.
-
-Hola… soy Mara, jefa de la manada de
leonas del Valle de la Sabana
-
-¡¡¡ Es nuestra mamá…!!! exclamó uno de
los cachorros de nuit
-
- Pequeños míos… yo no soy vuestra mamá.
aunque os siento como mis pequeños cachorros…, ellos son vuestra familia y
aunque hemos pasado unos inolvidables días… debéis incorporaros a su manda y
algún día formareis vuestra familia
-
Los nuit no daban crédito a lo que escuchaban
y veía
-
-¿Quien es la madre de esta manada…?
-
-Soy yo…- contestó una anciana nuit
-
-Prométeme que acogerás a … mis hijos en
vuestra familia y que los protegerás …
-
-No te preocupes buena leona Mara.
Quedaran bajo mi protección y todos los demás miembros… les respetaran
-
-¡¡¡ Pero nosotros queremos vivir
contigo ..mamá…!!!- replicaron los tres a la vez …
-
-Hemos sido muy felices pero vosotros debéis seguir vuestro propio destino
y yo… cumpliré con mi promesa. Vuestra nueva familia os lo explicará
-
Y acto seguido, la buena leona se tumbó
en el suelo o permitió que sus hijos mamaran por última vez de sus pechos, lo
que provocó que todas las grandes se ahogaran en un común llanto al ver aquella
escena, ni en sueños imaginable. Mara también lloraba al sentir que era la
última vez que se sentiría madre de verdad. Cuando acabaron de hartarse, los
besó y acarició y abandonó en silencio la manada no sin antes, todas las madres
nuit, se postraran estiradas en el suelo, brindándole a Mara el mayor respeto
que un animal le brinda a otro y que cuyo recuerdo sería transmitido de generación
en generación.
-
Sin mirar hacia atrás, Mara se fue alejando
de la manada, mientras sus cachorros, rodeados de su nueva familia la veía,
entristecidos alejarse. Algún día comprenderían que en un corto espacio de sus
vidas, también fueron hijos de una maravillosa LEONA.
-
Abatida y cansada, llegó al atardecer a
su manada
-
-¿ De dónde vienes Mara…? Le preguntó el
nuevo Rey
-
- De enterrar un dulce sueño …
-
-¿ Y eso que significa …?
-
-¡¡¡ Eres muy joven para entenderlo …
-
-Bah…¡¡¡ tonterías de una vieja leona.
Mañana, a cada una de vosotras … las haré … nuevas madres y esta manada… pronto
tendrá nuevos cachorros…¡¡¡ mis hijos…!!!, pero ahora os ordeno que marchéis de
caza y me traigáis un gran y gordo nuit para alimentarme bien…. Poneros en
marcha ya….
-
Mara y las demás leonas obedecieron
alejándose del malvado Rey Melena Negra y cuando ya le habían perdido de vista,
Mara les contó lo que le había sucedido con las crías de nuit
-
-¡¡¡ Es una verdadera locura… lo que nos
has contado….!!!- ¿Ya os habéis olvidado de cómo ese malvado asesino mató a
Simba y a vuestros hijos….?
-
-¡¡¡ Pero eso es … la Ley de nuestra
raza y siempre será así …?
-
¡¡¡ Pues alguien debe cambiar esa Ley …
y esa seré yo…. No debéis olvidar que aunque vieja, sigo siendo vuestra Reina
-
-¡¡¡ Mara … ¿ que significan tus
palabras …?
-
-No os lo diré por si alguna me
traiciona pero recordar siempre todo lo que os he dicho sobre los nuit y ahora
os diré mi última voluntad … `porque…. mañana … nacerá un nuevo día… para todas
vosotras …
-
-¡¡¡ Aún tenemos que cazar al nuit
-
-¡¡¡ Hoy no cazaremos…!!! Dijo Mara- le
diremos que no encontramos su manada y como no querrá enfadarse con nosotras…
pronto se dormirá.
-
Cuando llegaron al lado del Melenas Negra,
este observó que no traían ninguna presa
-
-¡¡¡ ¿ Y donde esta mi comida…?
-
-Rey, tu nos mandaste traer un nuit y no
vimos su manada y como nada nos dijiste de otro animal… te hemos obedecido.
-
Eso le hizo sentir a Melenas Negras, que ya
empezaban a obedecerle y no era el momento de discutir con ellas, porque así,
el día siguiente…. estarían más cariñosas
-
- Esta bien … ahora… descansar… que
mañana cuando salga el nuevo Sol… será un maravilloso día
-
Un pensamiento se repitió en la mente de
Mara …
-
-¡¡¡ Tú …mañana … no verás nacer el
nuevo Sol …!!! .
-
Y toda la manada, pronto se quedó dormida…. Bueno…
todas menos Mara que observaba como el malvado Rey, se había desplazado a
dormir bajo el Árbol Sagrado.
-
Cuando
el Sol, comenzó a brillar, en la Sabana, las leonas fueron despertando pero
pronto observaron la tragedia que había sucedido al pie del Árbol Sagrado y
rápidas se dirigieron allí y allí… al lado de aquel centenario árbol yacían los
cuerpos de Mara y el de Melenas Negras. Ella aún permanecía con sus dientes
enterrados en la garganta del león, del cual solo un minúsculo hilo de carne,
no le separaba de su cuerpo. Pero este, aún conservaba entre sus garras las
venas que de un mortal zarpazo le había dado en la garganta a la buena Mara.
Sus dos cuerpos, estaban empapados en un mar de sangre y comprendieron lo que
había sucedido aquella trágica noche y también ahora entendían lo que significaban
las palabras de Mara “ mañana tendréis un nuevo día…”.
-
Enterraron el cuerpo de Melenas Negras en el
fondo del Valle, pero el cuerpo de Mara fue transportado con todo respeto al
fondo de la cueva donde había criado a sus cachorros y sus nuevos hijos. Allí
descansaría eternamente en paz y aquel lugar, sería un nuevo rincón Sagrado
para todos los animales de la Sabana
-
Y así se hizo. Dicen que a los pocos días
llegó un joven y rubio león al que aceptaron como nuevo Rey de la gran Manada y
fechas posteriores, nuevos cachorros hicieron más grande y feliz a la manada,
pero generación tras generación, fue contada aquella historia y todos los
leones no se dormían sin antes presentarle sus respetos frente a la cueva…
donde ahora… Mara descansaba en paz, pero curiosamente, los leones, también observaron
que cada vez que pasaba por allí la manada de nuit, todos se postraban tumbados
frente a la puerta de aquella Sagrada cueva… como símbolo de honor y respeto
hacía aquella valiente hembra de león llamada…. MARA.
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