A una joven... en coma.

Soy un viejo pajarillo que te conoció  mientras dormías,
tu abuela me hablaba de ti ¡¡¡despierta... nena...!!! sentada a tu vera,
y quiso Dios que despertaras y hoy te vi, bella como una estrella.

Hoy, ya estas aquí, y yo, viejo pajarillo, desear te deseo con fuerzas
valor como el que has tenido, paciencia que pronto andarán tus piernas,
pues quiso el buen Dios que volvieras y la Navidad eres tú, bello ángel que despiertas.

Habrá días como el de hoy de nervios, lágrimas y preguntas nuevas,
ten paciencia, paloma, pues a veces no hay respuestas,
solo el amor de tus padres, tus hermanos, primos y el calor de la abuela.

Piensa que muchos jóvenes y niños, ni ven ni andan ni piensan,
y esperan de tu ejemplo su esfuerzo, de tu mirada... la luz que hoy les niegan,
tus esfuerzos y tus dolores serán para ellos, su esperanza navideña.

Poco a poco, paso a paso, sonríe y sé feliz que estás aquí
y amor y ternura no te faltará, ni el beso de la abuela
¡¡¡ lucha... lucha...!!! poco a poco sumando granitos de arena.

Y yo, viejo pajarillo, te saludaré cuando al pasar te vea
y veré que la tía está feliz y la cara más joven se le ha puesto a la abuela
y volverás a andar y reír, cuando amor tengas en ti... y paciencia.

Robert... ¡¡¡ por fin has llegado...!!!

Sonó tu llamada sobre la una de la mañana,
brillaban las estrellas en esta noche tan esperada,
Noelia dormía esparramada en la cama,
y tu querías ver el día ¿cómo eran los que Robert te llamaban...?

Tu madre, aparentemente tranquila, sabía lo que le esperaba,
tu padre sereno quería verte salir entre placenta y grasas,
mas, las estrellas en el cielo brillaban
y quiso la niebla salir apuntando el alba.

Son las dos y ya has llegado, aunque no he visto tus uñas
en donde los T.... siempre os hemos reflejado
mas sé que arrastras de C.... su pasado
y mi padre y tu abuelo, en el cielo lo estarán reflejando.

¿Te gustarán los cuentos que para ti he guardado...?
o me dirás como tu hermana ¡¡¡ abuelo... ya me los has contado...!!!
brillaban las estrellas que es un buen presagio,
y ojalá pueda contarte los sueños que yo he contado...

Brillaban las estrellas y tu traías tres kilos ochocientos gramos
nunca le levantes la voz a quien te ha parido tan pesado,
ojalá me trajeras contigo un cambio a tantos fracasos
para que tu padre no se vuelva a marchar y permanezca a tu lado.

¡¡¡ Has llegado...!!! por fin mi silencio ha terminado,
pronto te ataré las correas por si te caes caminando,
Robert de nombre, tus padres te han marcado
mas... como C... y T... en el cielo lo están festejando.

A mi nieta Noe...

Como flor, naciste en el huerto de mi vida,
como princesa, llegaste al reinado que ya perdía,
como lucero, diste luz a los días de mi vida,
como ser, has mantenido mi única razón de vivir... cada día.

Cuando pierdo mi destino y mi casa está fría,
suena tu voz como un claro de día,
¡¡¡ abuelo...!!! ¿peleamos... echamos otra partida?
que me hace volver a casa... mi princesa... mi vida.

Noelia, te han puesto tus padres...
C... de tu abuelo Lao que seguro, te vigila...
T... te sienten los míos
que desde el Más Allá, orgullosos de ti, te miran.

¿Sangre de mi ...?  ¡¡¡ la que me pidas...!!!
cuentos son para ti y poesías,
Noelia C...........  T.............
mi nieta, mi princesa pequeñita.

Para mi nieta Alba.

Como pájaro que vuelo por el cielo
con mis ojos veo tus movimientos,
cuando te levantas apurada para ir al colegio
y al dormirte de noche, esperas... "aún un momento..."

Con el aire que envuelve tu aliento
sé tanto de ti, que siempre acierto,
y en la sombra que pisas en el suelo
cuido de ti, por si caes corriendo.

Eres sangre de mi sangre
cariño y dolor que llevo dentro,
sonrisa de tu alegría
y duende de tus sueños.

Eres mi dulce princesa,
eres la reina de mi vida,
que del cielo has nacido
siendo yo, viejo abuelo.

Eres mi lucero del alba
que da fuerzas a este viejo,
eres todo mi corazón,
y por eso... tanto te quiero.

El Sapo, la Serpiente, el Duende y el Gato.

Cantaba un Sapo al lado del Estanque Sagrado
cuando una Serpiente se acercó para tragarlo,
el Sol calentaba las aguas y el prado,
los pájaros volaban de una rama a un árbol.

El Sapo hinchaba su pecho para endulzar su canto
sin ver que sigilosa, la serpiente se iba acercando
con su lengua oliendo y su veneno preparado
y el sabor de la carne, por su cuerpo pasando.

Sería un bocado aquel Sapo, que seguía cantando
y cerca de allí un Gato los seguía observando,
sin saber que hacer para evitarlo,
la serpiente, a él mismo podía matarlo.

El Sapo cantaba... la Serpiente se seguía acercando
y el Gato pensaba... ¿qué hago... qué hago...?
cuando vio una cuerda al pie del tramo de un árbol,
tal vez así podría evitar la muerte del sapo...

Pero ya era tarde, la Serpiente sobre el Sapo se había lanzado,
levantando su cuerpo... abrió la boca con sus colmillos afilados
por donde el veneno brotaba para clavárselo al Sapo,
y tragar su carne que bajo el Sol... seguía cantando.

El Gato, cerró los ojos sin poder hacer nada para evitarlo,
mas, cuando los abrió pensando que ya lo había tragado...
vio a la Serpiente de pie, inmóvil y su veneno babeando,
mientras el Sapo seguía distraído... pero cantando.

¿Pero qué había pasado... quién a la Serpiente había paralizado....?
y allí, sobre el agua del Estanque Sagrado, el Duende seguía
con las manos levantadas sobre la Serpiente ordenando
no atacar al Sapo, que distraído... seguía cantando.

¡¡¡ Ni se te ocurra, Serpiente, clavar tus colmillos afilados,
en el distraído Sapo, que con su voz, esta mañana me está alegrando...!!!
¡¡¡ tengo hambre, Duende, y mis crías me están esperando...
si no trago al Sapo... de hambre morirán... ¿qué hago... qué hago...?

¿Es que no puedes comer manzanas o un kilo de plátanos...?
¡¡¡ soy una Serpiente... y la carne es mi plato...!!!
¿Y a ti te gustaría que después de comerlo... te devorase el Gato...?
¡¡¡Claro que no, Duende... pero soy una Serpiente con veneno y colmillos afilados.

¿Cómo voy a comer manzanas o un kilo de plátanos...?
¡¡¡ Báñate en las aguas de este Estanque Sagrado...!!!
y nunca más comerás carne, ni tan siquiera de Sapo,
mientras el Gato asustado, la conversación estaba escuchando...

Y bajó la cabeza la Serpiente sobre el agua del Estanque Sagrado,
mas.. cuando sacó sus colmillos... su veneno se había disipado
y de manzanas sintió hambre y hasta de un kilo de plátanos
que el Duende le dio... mientras el Sapo seguía cantando.

¿Puedo yo, siendo un Gato, bañarme en el agua del Estanque Sagrado...?
y así, desde aquel día, todos los animales se fueron bañando,
nunca más carne comieron y como amigos, sobre el Estanque jugaron,
mientras tomando el Sol, el Sapo... seguía cantando.

El Gato, el Ratón y el... Queso.

Dormía el Gato en la calle, que de la casa el dueño le echara
por no vigilar el queso, que el Ratón antes se tragara
¡¡¡ me las pagarás, rata, me las pagarás mañana ....!!
mientras, el Ratón dormía y el Gato ni se enteraba.

¡¡¡ Entra en casa, Gato holgazán !!! y cumple con tu instinto
y que no vuelva ha robarme el queso esa rata ¿o es tu amigo...?
¡¡¡ hoy quedarás castigado sin comer y en vez de agua...  vino,
a ver si al verte borracho la Rata escapa y el queso es solo mío !!!

¡¡¡ Hoy me las pagarás, por culpa tuya me he muerto de frío
y mi dueño me ha condenado sin comer y con vino tinto,
mientras tú llenas la panza de ese queso tan rico
que el amo me ordenó cuidarlo y tal vez me dé un trocito...!!!

¡¡¡ Buenos días, Sr Gato !!! ¿qué tal ha dormido esta noche...?
yo me he quedado de un tirón roncando y calentito...
pero a estas horas de la mañana mi ombligo tiene frío
o quizás tenga hambre de un buen trozo de quesito...

¡¡¡ Ni se te ocurra, Ratón miserable !!! culpable de mis castigos,
que antes que puedas oler el queso que mi amo tiene escondido,
tendrás que pasar por encima de mi cuerpo... y que no esté vivo,
puedes intentarlo, serás mi alimento mezclado con vino.

¡¡¡ Pero.. Sr Gato, el queso se hizo para las ratas, ratones y ratoncillos...!!!
¡¡¡ también las ratas a los gatos nos gustan crudas o frutos
y sin embargo yo te respeto ¡¡¡ haz tú conmigo lo mismo...
pues por tu culpa... en la calle dormí de castigo...!!!

¡¡¡ No me asuste con sus palabras, sr. Gato, que el hambre ya se me ha ido...
¿Seguro que me está hablando en serio... es verdad todo lo que me ha dicho...?
¡¡¡ Tan verdad es... como que en la calle he dormido por tu castigo...!!!
ni se te ocurra oler el queso... es de mi amo y lo ha prohibido !!!

¡¡¡ Pues, dígame usted, Sr Gato !!! o su amo, ya que es tan listo,
si siendo no puedo comer ese queso tan rico...
¿Qué como...? ¿las hierbas del jardín o las espinas del pescado frito...?
¡¡¡ ay... pobre de mí...!!! que sin queso se me va ha encoger el ombligo...

Hagamos un trato, tú me obedeces y seguiremos siendo amigos,
yo te traeré comida, pero el queso... ni lo toques ni lo huelas con tu hocico
¡¡¡ Me está asustando, Sr. Gato, tan sólo de queso... he comido un trocito...
pues soy un ratón pequeño, ni tan siquiera una palma de mano mido...!!!

No es por lo mucho o poco que de queso hayas comido,
sino  porque es del amo, no es tuyo ni mío...
y a nadie le gusta que le coman, aunque sea un poquito
lo que uno tiene, sin pedirle de favor o rogarle un poquito.

¡¡¡ Lo siento, Sr Gato y hoy una lección he aprendido,
pero quiere decirme que voy a comer sin olfatear el queso... un poquito !!!
te traeré pan fresco mojado en aceite ¡¡¡ que es muy rico...!!!
y si me obedeces... nueces y cacahuetes serán tu premio y yo, tu amigo.

Y desde aquel día vivieron en paz, el Gato durmió bajo abrigo,
el Ratón se fue acostumbrando al pan fresco que su amigo le dijo
y, hasta el dueño del queso se quedó sorprendido
compartiendo con ellos, un buen trozo de queso... sólo los domingos.

El pedo de la Ratita y el gato que escapaba.

La Ratita tumbada bajo el Sol estaba,
con la barriga hacia el cielo y las piernas estiradas,
coqueta, movía su pelo y con los dedos los labios pintaba
sin ver que el astuto gato, acecharla estaba.

¡¡¡ Huyyy, qué calor hace esta mañana...
y que bien se está sobre la hierba estirada...!!!

¡¡¡ Miau... miau... no te muevas, sigue estirada,
que pronto comeré tus carnes, calentitas esta mañana...!!!

¡¡¡ Huyyy, qué calor hace... mas ¿a gato me huele que anda
cerca de mí, con uñas afiladas...?

¡¡¡ Miau... miau... creo que me sintió...
pero Ratita de hoy no escapas...!!!

¡¡¡ Sé que está ahí para comerme con sus garras,
mas, yo lo espero tranquila... cual sorpresa le tengo preparada...!!!

¡¡¡ Ya no espero más... me tiraré sobre su panza,
me comeré la Ratita caliente su carne al Sol de la mañana!!!

Y se lanzó sobre ella el gato como esperaba
mas ella, esperándolo, allí quieta estaba,
que la sorpresa de la Ratita,
el astuto gato no contaba.

Un ruido escuchó el gato,
un olor asqueroso, su garganta asfixiaba,
era un pedo de la Ratita... su sorpresa...
que al gato auyentó y corriendo vomitaba.

¡¡¡ Ja... ja... ja... !!! se reía la Ratita,
mientras el gato escapaba,
y siguió calentándose al Sol,
con su panza y sus piernas estiradas...
o

La muela del Lobo y el Cuervo.

Al pie de un árbol lloraba un lobo
mientras de su muela, estrellas veía,
sus gritos sonaban triscantes
por todo el valle, una mañana fría.

El Cuervo al oír sus aullidos,
apoyado en el árbol se reía,
¿que pasa, Sr. Lobo...? -sonriente le decía-
que más que gritar de dolor... parece que pía...?

¡¡¡ Cállate, Cuervo insensato, ave de rapiña...!!!
¿no ves que me duele una muela?
que si te cojo no me impediría
morder tus alas negras... y a ver quien reiría...!!!

¿Y por eso llora el gran Lobo del bosque?
por una simple muela... ¡¡¡ ay, qué risa...!!!
yo creía que los lobos, ni dientes ni muelas tenían,
sino sierras afiladas y de puntillas...

¡¡¡ Serás ignorante, Cuervo de mal agüero,
no me hagas reír que me troncho de risa...
y el dolor que antes tenía
ahora me hace caricias...!!!

¡¡¡ Ríete, ríete, Lobo berbenero
que mientras de mi te ríes no estás sufriendo...!!!
¡¡¡ Es verdad, mi amigo Cuervo...,
ahora la muela... ni la siento...!!!

Tal vez el dolor no era tanto
como lloraba al primero,
gracias por tus palabras
mi viejo amigo... Cuervo.

El duende y el grillo.

Escondido bajo el claro de la luna,
caminaba el Duende de la noche
temeroso de ser vista su calva
que la risa a los demás ojos daba.

A cada paso que avanzaba, vigilaba.
a cada respirar, el aire lentamente lanzaba
y entre las ramas del bosque,
su calva ocultaba.

Sentía las risas que de él se burlaban,
sentía las bromas que los animales le daban,
al ver, con el claro del día
su blanca cabeza, pelada.

Había nacido sin pelo,
ni tan solo un rizo brotaba,
y de él se reían y de él se mofaban,
por eso buscaba la noche, para ocultar su calva.                                                                            

Mas, aquella noche
la lluvia del cielo brotaba
sin rincón donde ocultarse
y el viento, soplaba y soplaba.

Empapado todo su cuerpo,
mojado calva y espalda,
escuchó la llamada del Grillo
que desde su cueva gritaba.

¡¡¡ Duende..!!! ¿por qué no te abrigas en mi casa...?
que esta noche hace frío...
y el viento y la lluvia,
hasta mañana no pasa...

¡¡¡ No puedo abrigarme...
aunque no me faltan ganas...!!!
que es mi destino andar a la lluvia,
en las noches de los vientos... en el trueno de las mañanas...

¿De qué tonterías hablas?
-dijo el Grillo desde su casa-
¿o es que la mojadura de la noche
te ablandó tu blanca calva...?

¿Ves como te ríes de mi
porque pelo me falta...?
¡¡¡déjame en paz, Grillo burlón
que no entraré en tu casa...!!!

¡¡¡Yo no me río de ti...
ni tampoco de tu calva!!!
sólo te ofrezco cobijo
en el calor de mi casa...

Tal vez seas tan tonto
que en vez de Duende seas patraña,
pues nadie se ríe de ti
porque en vez de pelo tengas, calva.

Cada uno nacemos como el Señor Dios quiso
con pelo y con calva,
que nada cambia a las personas
más que su estupidez y su ignorancia.

¿Hablas en serio, que no sé como te llamas,
me ofreces tu casa aunque, pelo me falta...?
¡¡¡Pues claro, Duende y Felipe me llaman
que no me río de ti...anda, entra en casa...!!!

Y desde aquel día, Duende y Grillo vivieron...
en la misma morada..