""¡¡¡ Las terribles Mandíbulas de LOLA...!!!!"""

        Desde su llegada, el barrio vivía atemorizado. Cualquier pierna para clavarle sus afilados dientes y la edad de su victima no era importante; le servían las piernas de una anciano como las de una chica y lo mismo las del niño más pequeño; intentar pasar por sus dominios ... era mordisco seguro.Su esquelética figura reflejaba el hambre que pasaba. La reciente separación de sus amos y sobretodo el haberse marchado de casa ella, supuso el abandono total del animal por parte del marido. A este le daba igual si Lola comía o no comía, si dormía de noche o dormía de día. Pero su naturaleza canina, iba ha complicarle más si cabía, las cosas. El ciclo de su celo,pronto llegó y ello atrajo a todos los machos vagamundos de la zona. El proceso de unas nuevas vidas dio su fruto y cuatro esqueléticos cachorros nacieron, pero pese a la fiereza de Lola, esta era una buena madre que protegía a sus bebés de todo el que intentara pasar por su lado. Frente a la casa de su amo, pegada a la carretera, existía un enorme tubo por el cual circulaba el agua de las lluvias en el invierno y como hacía tiempo que no llovía, Lola los escondió en dentro, pero el paso de cualquier coche hacía que ella saliera desesperada, pensando que le podían sacar a sus bebés y se lanzada fiera con su dentadura sobre las ruedas de los mismos.
        Fran, era un niño de 9 años que vivía en el barrio con sus padres y siempre les escuchaba hablar de la malvada Lola y aquello, como a todos, le provocaba miedo de verla simplemente, pero una tarde, camino del Polideportivo donde entraba a fútbol, en dentro del coche de su madre, vió a Lola sentada, montando guardia. Lola también lo vió a él, mientras su madre disminuía la velocidad del vehículo, momento en que el niño, sin pensarlo más, abrió un poco su ventanilla y le lanzó el bocadillo que su madre le había preparado para su merienda. Pronto aquel olor, hizo que los cachorros salieran fuera y de una zampana se lo comieron, mientras Lola no se movía del sitio, viendo lo que aquel niño había hecho y levantándole una pata como en un saludo. Fran... también le sonrió.
        Al día siguiente, mientras su madre limpiaba la habitación de su hijo, este fue a la nevera y cogió un enorme pedazo de carne de un kilo y medio que su madre guarda para la comida y la metió en su bolso del colegio y al pasar por donde estaba Lola, abrió de nuevo la ventanilla, procurando que su madre no se enterara y le lanzó el enorme trozo de carne, que pronto fue recogido por los cachorros, mientras el niño le sonreía a Lola y esta le saludaba levantando su pata. Lo peor fue cuando la madre pretendía preparar la comida del mediodía: el trozo de carne que tenía en la nevera.... había desaparecido...¿ como.....?. Creyendo que igual lo hubiese dejado en la carnicería, salió a buscarlo, pero allí le confirmaron que lo había llevado en el bolso, cosa que ella misma recordaba. Buscó y rebuscó por toda la casa en donde había dejado aquella sabrosa carne y al final no tuvo más remedio que preparar otra cosa si quería que su familia comiese, pero a ella, se le fue el apetito, y mientras sus padres hablaban de la desaparición de aquel manjar, Fran hacía que " no sabía de que hablaban". Lo peor fue que aquella misteriosa desaparición, formó parte diaria de otras cosas que fueron desapareciendo y ya el misterio se hizo más grave. La madre de Fran, pronto iba ha saber, quien "robaba todos los días comida de la nevera. Esa tarde, cuando iban para el Polideportivo, extrañada de que Lola, parecía estar siempre esperando a que pasaran, se dio cuenta de que su hijo lanzaba "algo" por la ventana, pero no le dijo nada. Al día siguiente cuando estaba preparando el bocadillo para el colegio de Fran, le dijo...
-Fran...¿ que te parece si le llevamos algo de comer a Lola....? la pobre no tiene comida y sus cachorros seguro que tendrán hambre
-¡¡¡Bueno....!!- como si a él le diera igual-   le llevamos ....
        Y así, la madre, siempre que tenían que pasar por la llamada casa de Lola con su hijo, le llevaba algo de comer que su hijo lanzaba por la ventana de atrás y pronto las desapariciones de la comida .... no volvieron a suceder.
        Los cachorros crecían bien alimentados y hasta el mal genio de Lola, parecía haberse calmado, pero otra tragedia mayor iba a suceder. Ya había anochecido y las luces de las viviendas del barrio, casi estaban todas apagadas: el sueño de la noche había llegado para todos..... menos para Lola. Su olfato percibía un extraño olor.... muy peligroso y cuando el primer humo salió por la ventana del baño del piso superior de la casa de Fran, Lola lo entendió.¡¡¡Era un incendió lo que ella estaba inquieta oliendo. No había tiempo que perder: ordenó a dos de sus cachorros que corrieran  deprisa al próximo parque de Bomberos y que ladraran con todas sus fuerzas mientras los otros dos se dirigirían al puesto de la policía, y así los cachorros los llevarían al lugar del incendio,mientras Lola, ladró con todas las fuerzas de sus entrañas para despertar a los dormidos vecinos....pero debía ser un gran sueño colectivo que Lola no podía esperar más¡¡¡ debía salva la vida de su amigo y su familía y como por la puerta, no tendría fuerzas para derribarla, decidió dar un enorme salto y estrellarse en la gran cristalera del salón y entrar. Pero Lola con las ansias de salvar a su amigo, no se dio cuenta que un enorme trozo de cristal que quedara en la ventana fijo, le desgarró toda la barriga, pero ella no estaba para curarse.... ella debía salvarlos y subió ladrando las escaleras, cuando todo ya era una enorme bola de humo y fuego. Aquellos ladridos comenzaron a despertar a sus poadres que pronto se dieron cuenta del inmenso incendio de su casa. Nada se veía, el humo apenas les dejaba aire que respirar y en un dspiste, calleron por la escalera al piso de hacia abajo, momento en que unos vecinos, entraron valientes a recoger sus quemados cuerpos, pero sus padres, sabían que Fran estaba en su habitación y debían entrar para salvarlo
-¡¡¡ Fran....Fran ....nuestro hijo está dentro...dejarme entrar...!!!
        Dejarlos... era asegurar sus propias muertes ...
-No podeis entrar... es demasiado tarde.... no se puede hacer nada por Salvar a Fran...
       Mientras los vecinos los sujetaban para impedírselo en el momento en que llegaban los Bomberos y la Policia. Estos habían visto a dos cachorros, ladrando al lado de sus coches y como si una misteriosa voz, sonara en sus inconscientes, adivinaron al instante lo que los cachorros querían decirles
-¡¡¡¡¡ No estan avisando de un incendio.... rápido....sigámosles ¿¿¿ !!!!!
Y a toda velocidad acababan de llegar..... instante en el  tejado se desplomaba por toda la casa....pero  ¡¡¡¡ derrepente .... algo parecía moverse hacía la puerta de la entrada..
-¡¡¡Vamos.... apuntar todas las mangueras sobre la entrada.... parece que hay alguien moviéndose....!!!
        ¡¡¡Y si que se movía....!!! era Lola que arrastrando al pequeño Fran pero agotada y quemada lo sacó fuera de lo que quedaba de las ruinas de su casa. Rapidamente un equipo de médicos recogieron al niño tardando aún 30 minutos en reanimarlo y en una ambulancia, acompañado de sus padres, con la Policia abriéndoles el camino se dirigieron hacía el Hospital. Mientras, los vecinos que quedaban allí, aterrorizados contemplaron helados lo que le había pasado a Lola. Aquel corte, que ella sabía su gravedad, había dejado al descubierto y esparcido por el suelo.... todas sus tripas. Solo cuando Lola vió que atendían los médicos a su amigo Fran, cayó muerta... sin tripas... desangrada y quemada por el fuego. No le importó haber dado su vida por aquel niño que durante semanas le había llevado de comer a sus hambrientos cachorros. Pasaron unos días antes de contarle a Fran lo que le había sucedido a Lola y con el cariño de sus padres y un equipo de sicologos.... fue el niño...luchando todos los días por superarlo. Pero aquel valor, aquella entrega de su vida, nunca sería olvidada por todos los vecinos del barrio. Cuando Fran se recupero, los cachorros se unieron a su familia en su nueva casa y fueron considerados Hijos Predilectos de la Ciudad, título que obligaba, cuando paseaban  que todos los vehículos  gustosamente se pararan dejándolos pasar. Ademas, por todos los comercios que pasaban, siempre la gente les daba cosas ricas de comer que le gustan a los cachorros y podían entrar sin permiso en cualquier hogar,, que siempre serían bien recibidos por sus dueños.
       ¿ Y Lola....? ¡¡¡¡ Nunca la olvidaron...!!! Hicieron su figura de mármol blanco y la instalaron en su honor en el centro de la plaza del barrio dando su nombre a la misma y considerándola Ilustre y Heroica Hija Adoptiva de la Ciudad. Pero también el Polideportivo donde entrenaba Fran, decidió poner su nombre en su memoria y así pasó a llamarse....POLIDEPORTIVO.....LOLA, EN SU HONOR, Y SU RECUERDO PASÓ DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN Y TODO EL BARRIO, CADA VEZ QUE VEÍAN UN PERRO ABANDONADO, NO DUDABAN EN DARLE DE COMER Y DARLE TODO EL CARIÑO QUE A LA POBRE LOLA, EN VIDA NO LE DIERON  Y SU RECUERDO, PERDURO EN SUS ALMAS PARA SIEMPRE.

2 comentarios:

  1. Bello cuento, lo que los humanos arruinan , los animales le dan vida ¿ pero no crees mi querido amigo que es verdad y lo nombro

    """" muerto el burro .......cebada al rabo """"""". La amistad se demuestra como lo hizo FRAN dandole de comer a ella y a sus cachorros en vida y esta arriesgando la suya para salvarle a él y a su familia y vecinos.
    Cuando ella murió, solo cuando aconteció el trite suceso fueron todo honores para ella y sus hijos. por que no le dieron de comer antes para que ella no atacara y fuera temida? la nobleza de los animales es algo que nos demuestra que hay alguna cosa que nosotros como animales racionales no poseemos.
    Corrígeme si me equivoco por favor

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