El lamento del viejo Búho en la Luna Llena

El lamento del viejo Búho en la Luna Llena

El lamento del viejo Búho en la Luna Llena
Cada noche volaba el viejo Búho, hacia la cima de la Gran Montaña,
sus escaladas, de lo alto que era de tramo en tramo se paraba
dormía de noche cuando su esfuerzo, sus alas paraba
y de día dormía como duermen los búhos cuando el Sol se levanta.

El pobre Búho se agotaba a cada subida sin poder controlar su comida
pero debía llegar a la cima aunque en ello al final, le fuera la vida
y a medida que subía, el frío aumentaba de noche y el Sol quemaba de día
pero al pobre Búho, tanto dolor no eran más que simples cosquillas.

Dolor era no poder ver la tierra a donde su cría se dirigía,
él no podía hacer nada cuando a los Búhos les llega su partida
que era ley de su raza, abandonar algún día a su familia
pero el viejo Búho sentía su marcha y por eso a la cima subía.

Tal vez desde allí lo viese cazar en esa tierra lejana y fría
y si no lo viera, llegada la noche, la luz de sus ojos hacia allí brillarían
esperando que él, al ver el brillo en la cima de la Gran Montaña,
no olvidara que su padre, donde él nació ...allí, esperándolo seguía.

Y lo vieron subir los demás búhos, mientras de él se reían,
-¿Se ha vuelto loco el viejo Búho... desde que su hijo comenzó su partida?
¿y espera que su hijo le vea de noche cuando alcancé la cima...?
-¡¡¡pobre Búho loco, si volando de noche... pretende llegar arriba ... !!!


Más, pasó el tiempo, nacieron nuevos días y del Búho...
jamás se supo hasta donde llegó.... o donde perdió la vida,
porque a la cima no pudo llegar por mucho de volara noche y día,
pues a medida que ibas subiendo...el frío le llegaba hasta las rodillas.

Ningún animal pudo jamás alcanzar la cima y menos un búho
que había perdido el sentido de seguir vivo sin su cría...
y hacia las montañas heladas dirigieron su vista...
más del viejo Búho, jamás volvieron ha tener noticias.

Pero algo misterioso sucedió un día, era luna llena y todos veían
que desde la cima de la montaña, donde  la nieve todo lo cubría,
dos focos de luces, potentes como rayos del Sol de día,
iluminaban el horizonte hacia donde el búho pequeño vivía.

Y así, sin volver ha saber nada del viejo Búho desde su partida
cada día de luna llena, desde la parte de la montaña más arriba,
brillaban aquellos focos durante la noche, en el valle nadie dormía,,
hacía la tierra donde el hijo del búho, marchara un día.

Dicen que es el alma del viejo Búho que en luna llena a su hijo mira,
marcándole el camino desde donde su padre .... el búho .. le mira,
esperando que regrese y así los rayos de luz le sirvan de guía
que allí encontrará a su padre...aunque en vez de cuerpo,encuentre cenizas.

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