El Flautista de Hamelín ó en alemán Hameln, es una fábula o
leyenda alemana de un trágico suceso acaecido en el Pueblo de Hamelín el 26 de
junio de 1.284 y que tras diferentes versiones de la realidad, los Hermanos
Grimm la convirtieron en un magistral
Cuento Infantil, cuyo título original fue Der Rattenfaänger von Hameln y que traducido
quedaría como “ El Cazador de Ratas de Hameln” y publicado en el volumen
DEUTSCHE SAGEN en 1.816 sobre lo sucedido en aquella terrible tragedia.
Hamelín sigue existiendo hoy día y es una ciudad de unos
60.000 habitantes, pero lo que no se conserva es la Iglesia de San Nicolás,
destruida en la Primera Guerra Mundial.Hamelín se encuentra a las orillas del
rio Weser y que nace por la confluencia
del rio Fulda con el rio Werra. Dicha ciudad está situada en el centro de
Alemania a 43 Kms. de Hannover, en el estado de la Baja Sajonia y sin dejar de
sentir mi personal admiración por lo escrito de este cuento, en manos de los
Hermanos Grimm, os voy a contar como Fábula, como Mitología, pero todo ello
como un Cuento Infantil que espero os guste y que me contó un buen anciano
cuando yo trabajé en la ciudad de Hannover , el cual mantenía este relato como
un viejísimo secreto de familia que transcendía de unos a otros ( a él ya le lo
había contado su bisabuelo, pero que antes debían hacer un Juramento de que no
se lo contarían a nadie. Dicha familia era oriunda del pueblo de Hamelín,
aunque creen que después de lo sucedido se marcharon todos a vivir para Hannover,
donde le conocí, pero nunca dejaron de olvidar lo sucedido en su Pueblo el día
del 26 de Junio de 1.284 y esta es su vieja y secreta historia familiar:
“”” EL
CUENTO DEL FLAUTISTA DE HAMELÍN … “””
Corría el año
1.284 sobre el estado de la Baja Sajonia en Alemania y en donde el pueblo de Hamelín comenzaba a sentir los
calores de la proximidad del verano. En este tranquilo Pueblo, había una sola
escuela infantil, la Iglesia de San Nicolás construida en el año 1.200, un
pequeño parque infantil, la Casa del Pueblo o Ayuntamiento en el cual y
adosado, se mantenía una pequeño edificio que utilizaban las Fuerzas del Orden
Locales, compuestas por un Capitán y nueve soldados, los cuales como hacen
siempre, vigilaban por la tranquilidad de todos sus habitantes. Cuando llegaba el
verano, los niños se subían sobre el
puente sobre el rio Weser para lanzarse
al agua y nadar un pequeño tramo mientras sus padres y la policía los vigilaba.
Pero en este Pueblo solo había tres fechas que sucedía, siempre al
anochecer, un viejo misterio y eran el
día 24 de Diciembre, el día 31 de Diciembre y el día 5 de Enero. Esas señaladas
noches, después de cenar, llegaba a través de los valles de Werra y procedente
de las montañas de Turingia y bello sonido de una lejana Flauta que al llegar a
los oídos de los más pequeños les producía un enorme Sueño, momentos que Santa
Claus aprovechaba para dejarle los regalos que había solicitado, en el supuesto
de que hubiesen sido buenos durante el Año. Pero el 31 de Diciembre, aún siendo el sonido de
una Flauta, esta sonaba más alegre como símbolo de la despedida de un Año y la
entrada en otro Nuevo Año, sin embargo en la noche del 5 de Enero el sonido era
igual que el del día 24, momentos que aprovechaban los Reyes Magos para
depositar sus regalos de Navidad.
Nadie vio a la persona que tocaba aquella Flauta misteriosa,
y aunque a veces intentaron subir a las montañas de Wéser, fueron siempre
intentos imposibles por la cantidad de nieve que tenían sus laderas. En cuanto
al río, bordeaba todo el Pueblo y solo había un viejo puente que les permitía
salir hacía otras poblaciones.
La máxima autoridad de Hamelín era el Señor Alcalde, el cual
más bien abusaba de su autoridad en su propio beneficio y no era “muy querido”
por los habitantes, pero le respetaban.
Pero aquel 26 de Junio, al anochecer, un ejército formado
por miles y miles de soldados, entró sigiloso a través del Puente Viejo,
apoderándose en el silencio de la noche de todo el Pueblo que ya había
comenzado a dormirse. Lo más sorprendente es que aquel “ejército” estaba
formado por enormes Ratas con dientes más afilados de los propios cuchillos de
montaña. Los ciudadanos de Hamelín ignoraron que aquellos invasores cambiarían
para siempre la historia y la tranquilidad
de aquel Pueblo.
Al día siguiente y a medida que los papás iban despertando a
sus hijos, para su aseo, desayuno y nuevo día de escuela, a través de las
ventanas vieron que todas las calles estaban llenas de restos de gallinas,
gallos conejos y gatos, como si algo misterioso los estuviera devorando por la
noche y sin ninguna explicación que dar o entender... el Señor Alcalde, convocó
con urgencia de la Mesa de Seguridad del Pueblo, compuesta por él, el Capitán
de la Policía, el Anciano de mayor edad , el Médico, el Maestro y cinco representantes del Pueblo. Habían
pasado ya dos horas y continuaban como en los primeros minutos; nadie había
visto nada, ni oído ni entendido que podía significar aquello y ante esta
incertidumbre, el Señor Alcalde tomó una
firme decisión;
-
Os ordeno que durante el día, si no sucede nada
extraño, permanezcáis en vuestras casas, prohibiendo la salida a la calle de
cualquiera, pues de hacerlo las Fuerzas del Orden os arrestarán. Tenéis una
hora para realizar cualquier compra urgente y a partir de es tiempo, el Pueblo
permanecerá en silencio. Acostar a los niños más temprano que los otros días y los
hombres que permanezcan despiertos, pero ocultos tras las cortinas por si
pudieran ver o notar algo extraño. De ser así, usar el Túnel Secreto (se
-
refería el Señor Alcalde a que cuando se
construía una casa, a esta se le hacía un túnel que iba desde allí hasta la
propia Casa del Pueblo sin ser visto por nadie, en donde en los sótanos cada
familia tenía sus camas para cualquier emergencia como esta) y nos volveremos a
reunir a las 9 de la mañana.
Aquel día, todo
permaneció tranquilo, pero con el temor de no saber qué había pasado salvo la
sangrienta matanza de aquellos animales. ¿Sucedería esto esta nueva noche? Los
papás dijeron a sus hijos que no podían ir a clase porque tuvieran que llevar
al Maestro a un hospital de otro Pueblo y que tampoco podían salir a la calle,
porque se esperaba un gran temporal de lluvia y viento. Seguramente, aquellos
desconocidos habían atacado primero a las gargantas de los animales y estos no
pudieron hacer ningún ruido para que les ayudaran. A las 9 de la noche los
niños ya estaban dormidos en sus camas y sus padres pendientes de lo que podía
suceder y si volverían a entrar al Pueblo que en este caso tendría que ser a
través del viejo Puente, pero no tardaron en saber quiénes eran porque 5
ejércitos de soldados, pero no soldados como otros soldados, sino enormes ratas
invadieron el Pueblo, llevándose esta vez en pedazos a los perros, gatos y el resto de todas las gallinas y
conejos que encontraron. El pánico los había dejado helados en las ventanas de
sus casas y sin esperar a las 9 de la mañana como había ordenado el Señor
Alcalde, todos, pero todos los hombres del Pueblo, utilizando su Túnel Secreto
y bajo tierra, se dirigieron a los sótanos del Ayuntamiento en donde ya les
esperaba el Señor Alcalde y toda la Policía Local.
Comprendieron el grave problema que tenían; mañana serían
los burros, después las vacas y cuando no hubiese nada que comer, atacaría cada
casa y ellos serían devorados junto a sus hijos, pero nadie daba una solución.
El terror de lo que habían visto unido a lo que se imaginaban que había pasado,
les helaba la sangre. Menos mal que el Capitán de la Policía les recomendó que
tapiasen puertas, ventanas y chimeneas por lo que pudiese pasar pues de lo contrario
hubiesen entrado por ellas y acceder a dentro de las casas. Unos hablaban de
5.000 Ratas pero otros creían que menos de 10.000 no había y a cuanto más
pánico … más ratas contaban.
-¡¡¡ Callaros todo el mundo- grito el autoritario Señor
Alcalde- ya basta de seguir lamentándonos de lo que vimos esta noche pero ahora
necesitamos soluciones rápidas si es que
las hay …!!!
Un silencio sepulcral se produjo en la sala del sótano. No
eran capaces de dominar el terrible temor de ver a sus hijos devorados por aquellas
enormes ratas y eso les paralizaba el buscar alguna solución
-¡¡¡ Ya lo tengo… el Flautista nos salvará…!!!
-¡¡¡¿ El Flautista … a que te refieres viejo Peter … ¿!!!
-Soy el habitante de Hamelin más anciano pues este año en
Marzo no os olvidéis que cumplí 105 años y el siguiente en la lista es 30 años
más joven que yo, pero sé de una historia que me contó mi bisabuelo, al que
tuve que prometerle que no se la contaría a nadie, salvo en caso urgente y muy
necesario …
-¡¡¡ Viejo, ¿ tú crees que con el miedo y el peligro
inminente que tenemos … estamos para oír viajas historias de un Flautista … ¿ !!!- le contestó el maleducado Alcalde
- Señor Alcalde. Ud. manda en nuestro Pueblo porque le hemos
elegido nosotros pero ante un peligro tan grave y real, le recuerdo el artículo 8º de nuestras Leyes Ciudadanos que
dice que en un caso como este, yo ocuparé el puesto de Comandante en Jefe y por
lo tanto, considero que debemos escuchar lo que nos quiere contar el Señor Peter.
Después analizaremos si podemos sacar alguna conclusión que nos ayude a
solucionar este problema
- ¡¡¡ Que hable… que hable – contestaron todos
-¿Recordáis que todos los años, en la noche de Nochebuena,
en la Noche de Fin de Año y en la noche de los Reyes Magos, escuchamos un
mágico sonido procedente de las montañas del Rö
cual fuese el mismo sonido de una Flauta Mágica…?
¿Y qué nos importan ahora esas viejas historias estúpidas
viejo demente…? Le contestó el Señor Alcalde
-
Señor Alcalde, si vuelve a decir una sola
palabra, le juro que ordenaré a la policía que lo arreste y lo lleve detenido a
la cárcel de castigos de los sótanos de este edificio… ¿lo tiene claro…?- le
contestó muy enfadado el Comandante en Jefe- Continúe abuelo que ya nadie le
interrumpirá su historia.
-
- Ese sonido viene atreves del Valle de Werra,
desde las montañas de Rö, y esa melodía, según me contaba mi bisabuelo y a él
su tatarabuelo, procede de las Flautas de un Ermitaño que hace muchos años y
siendo un niño, por tocar esas 3 Flautas que su Abuelo le había dado, el
Alcalde que había en aquel tiempo, de la misma familia que el que tenemos hoy,
lo desterró a vivir solitario en la montaña de Rö en la parte más alta con sus
3 Flautas que decían ser Mágicos
-
- ¿Y para que tenía 3 Flautas Mágicas…?
-
- La primera la utiliza el día de Nochebuena
ante la llegada de Papá Noel y el día 5 de Enero, ósea en la Noche de los Reyes
Magos, para que los niños y niñas al escucharla se queden profundamente
dormidos. La primera y la segunda las toca para que nos olvidemos del año que acaba
de terminar y que veamos el nuevo año con más Amor y Esperanza …
-
-¿Y la tercera…?
-
- Esa nunca la ha tocado porque la reserva para
hipnotizar bajo los efectos sonámbulos a cualquier alimaña que trate de hacer
daño a nuestra Comunidad, pues él, desde lo alto, siempre nos está protegiendo.
-
- ¡¡¡ Más … debemos avisarle que tenemos un
serio problema, por eso atacaron y atacaran de noche porque el Ermitaño o
Flautista, desde lo alto de la montaña no los ve….? respondió uno de los
asistentes.
-
¿ Y cómo haremos para avisarle si es imposible
llegar a tres cuartos de altura de la misma … ¿
-
-¡¡¡ Tengo una idea- respondiendo el más
anciano- cogeré a mi Loro Napoleón, le contaré lo que nos está sucediendo y le
ordenaré que vuele hasta el nido de las Águilas Reales y así estas, llevarán el mensaje al Flautista
y en su idioma le explicará que será recompensado con 100 monedas de Oro ¿ no
es así … Señor Alcalde…?
-
- Bueno … está un poco bien- Si consigue acabar
con todas esas ratas … ¡¡¡ pero digo TODAS …!!!, yo le daré de mi dinero 100
monedas de ORO-
-
Oh, ¿cien monedas de Oro le pagaría el Alcalde
sabiendo lo tacaño que era…? Sonaba en los oídos de todos los Ciudadanos- pero
márchate a junto tu viejo Loro porque no podemos perder un solo segundo y te
aconsejo que todo salga como tú dices… de lo contrario …
-
-¡¡¡ De lo contrario … ¿Qué Señor Alcalde…? Le
respondió el Comandante en Jefe.
Y sin ese segundo
que perder, corrió a través del túnel del Ayuntamiento hacía su casa donde le
explicó a Napoleón lo que debía hacer, lo más rápido que pudiera a la Jefa de
las Águilas Reales., la cual al ser informada, voló como un rayo con su
escolta, atravesando las blancas nubes hacía lo más alto de la montaña donde
estaba la misteriosa cueva del Flautista, en cuyo interior se sentía un mágico
calor procedente del Volcán que había a los pies de la montaña, y de cuyos
vapores, hacían crecer, frutales y verduras mansas y verdes que el Flautista
comía. El anciano Ermitaño, pronto comprendió la gravedad de aquellas
circunstancias, pero un nuevo problema le venía a su mente y se lo comentó a la
Comandante de las Águilas Reales
-Es imposible que baje, porque esas devoradoras ratas,
estarán esperando tras el Puente a que se apaguen las luces y no ser vistas y
si me ven a mí, con lo delgado que estoy, me devorarán en menos de un minuto.
- No te preocupes si es por eso Ermitaño porque entre yo y
mi escolta te cogeremos con mucho cuidado con nuestras garras por tus brazos y
te dejaremos sobre el tejado de la Casa del Pueblo, llevándote también tus 3
Flautas Mágicas.
-¡¡¡ Has tenido una buena idea… Águila Real, entonces… pongámonos en marcha que no hay
tiempo que perder…!!!
Y así lo hicieron las Águilas Reales porque comprendían lo
importante que era el tiempo. Poco tardaron en llegar al tejado de la Casa del
Pueblo, sin ser vistas por las devoradoras ratas, que ansiosas de comer,
esperaban la noche para devorar esta vez, ovejas, burros y vacas. Rápidamente
el Ermitaño llegó al sótano del edificio donde permanecían esperando los
miembros de la Junta de Seguridad del Pueblo. Y llamó a la gran puerta
¿Quien ha llamado… identifíquese…?
-Soy el Ermitaño, ábranme la puerta por favor
La abrieron y la cerraron por miedo que entrase alguna rata.
-Ya me explicaron el grave problema que tienen y también me
informaron de que si extermino a todas las ratas, el Señor Alcalde me
recompensará con 100 monedas de Oro- eso era mucho dinero y significaba que con
él, haría muy feliz a todos los niños
.¡¡¡ Pero deben ser exterminadas TODAS…!!!- recalcó el Señor
Alcalde
-
No se preocupe que no quedará ninguna viva …
-
Y por curiosidad… -preguntó el Comandante en
Jefe- ¿cómo piensa hacerlo…?
-
A las 10 de la noche haré sonar mi tercera
Flauta y todos los ratones, estén donde esté, quedarán bajo los efectos de un
sonambulismo mágico y me seguirán vaya yo donde vaya
-
¡¡¡ Pero deben ser todos para cobrar…!!!
-
- Comandante ordene que los niños se acuesten a
las 8 de la noche y que nadie salga de sus casas vean lo que vean y tápense
hasta los oídos.
Fueron pasando
lentamente las horas y si bien todo el Pueblo permanecía encerrado en sus
casas, al llegar las 9,30 de la noche, los Comandantes de aquel enorme ejército
de ratas, fueron ordenando a sus soldados que se preparan para entrar en el
Pueblo a través del Puente sin hacer el menor ruido, pero no contaban que al
final del mismo, una delgada figura los esperaba y cuando llegaron a la mitad
del Puente, un Mágico Sonido, penetró por sus oídos que a medida que llegaban
al final, les producía como una extraño sueño, pues era como permanecer
dormidos pero bailando al ritmo que les indicaba aquella Mágica Flauta. El
Ermitaño ó Flautista, no dejó de hacer sonar aquel bello instrumento y se
adentró en el rio Weser, cosa que también hicieron todas las ratas sin darse
cuenta que eso les estaba suponiendo MORIR AHOGADAS. Ni una sola quedó con
vida. Desde las casas del Pueblo incluyendo la del Señor Alcalde, vieron
complacidos y sorprendidos a la vez, como aquel anciano Flautista que desde ese
momento llamarían el Flautista de Hamelin en honor a su valor, había sido capaz
de exterminarlas todas. Y así, mientras el rio Wéser, arrastraba rio a bajo los
miles de cuerpos muertos de las malvadas ratas, el Flautista de Hamelin se
dirigió a la Casa del Pueblo para que el Señor Alcalde le premiase con las 100
monedas de Oro, momento que todos los habitantes le acompañaron. Pero otra
desagradable sorpresa les esperaba a todos. El malvado Alcalde, llamó a un
Notario para que le explicara legalmente lo que marcaba la Ley y este le dijo
-No tienes ningún documento que diga que te pagarán un
dinero por matar las ratas y sin ese documento, solo valen las palabras de los
habitantes de Hamelín y las del propio Alcalde el cual le ampara la Ley y
reconoce que es verdad, según dice él que nada te prometió. Todo el mundo
protestó y aseguró ser verdad lo que decía el Flautista de Hamelin, pero el
peligro ya había pasado y el que hasta ahora era el Comandante en Jefe, pasaba a
ser Jefe de la Policía Local y por lo tanto debía protegerlo, aún reconociendo
que aquello era una canallada.
El anciano Ermitaño sintió un profundo dolor por sentirse
engañado pero más aún porque contaba con un dinero que dar a los niños.
Arreglarían la Escuela, les compraría ropa nueva, juguetes etc. Etc.
Con la voz rota dijo:
-No se preocupe de su dinero Señor Alcalde… pero le prometo
como Ermitaño y Flautista que dentro de pocos días se arrepentirá.
Lo que provocó una sonara risa por parte de aquel mal
Gobernante. Y así, cansado, medio muerto de frío y de hambre, abandonó el
Pueblo, mientras los habitantes lloraban por la injusticia que le habían hecho.
Pero al Jefe de la Policía…. no le salía de su cabeza una pregunta:
¿Qué quiso decir el Flautista de Hamelin … que se
arrepentiría…?.
Mientras el Pueblo seguía llorando lo sucedido, el malvado
Alcalde se sentía muy feliz porque conservaba en sus bolsillos las 100 monedas
de Oro que le había prometido. Al día siguiente, no se hablaba de otra cosa,
pero los días fueron pasando y casi se habían olvidado del Flautista sin saber
que una nueva tragedia se iba a cumplir en el Pueblo. El último día de la siguiente semana,
aparentaba ser un día como los demás, pero llegada la noche todo cambió.
Mientras los habitantes de Hamelin dormían profundamente, el viejo Ermitaño
hizo sonar la primera y la tercera Flauta, consiguiendo dos cosas;
-Con la primera los mantendría profundamente dormidos y con
la tercera entrarían en una trance de sonambulismo por el cual, saldrían silenciosos de sus
casas y seguirían al Flautista de Hamelin, el cual, después de subir por el
Puente Viejo se dirigió hacía el fondo
del…………………………………………………………………………………………………………………………………………...
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¡¡¡ QUERIDOS NIÑOS, ME IMAGINO QUE ESTARÉIS CANSADOS Y
DESEÉIS JUGAR O DORMIROS…!!! ¿ No …!!!. BIEN PUES OS CANTARÉ
………………………………………………..
LA
SEGUNDA PARTE Y FINAL DE ESTE BELLO CUENTO
Habían pasado
varias horas desde que el Señor Arnulf, me comenzara o contar esta antigua
Historia familiar y yo le notaba cansado, pero necesitaba hacerle una sola
pregunta
-¿Qué más quieres saber…? Como adivinando mi pensamiento
-¿Porque si esto era atreves de los tiempos un secreto de
familia… me la ha contado a mí… rompiendo la tradición y su juramento…?
- Ay, jovencito, porque no te dije que en el juramento
especificaba que” no podría comentársela a ningún alemán y yo creo que tu eres
español… ¿lo entiendes ahora…?-Solo pude abrazarlo de lo agradecido que me encontraba
y me dijo al despedirse que al día siguiente me contaría el final de la
Historia y así fue como empezó;
“”” Te había dicho que los niños iban saltando dormidos y
sonámbulos siguiendo los pasos del Flautista de Hamelin a través del viejo puente para introducirlos
en…. el frondoso valle de WERRA… ¿pensaste acaso que los introduciría en el rio
como hizo con las devoradoras ratas…? Mientras una sonora carcajada salía de su
garganta
-Pues… casi… casi…. lo pensé y lo siento.
Pero al día
siguiente al despertarse los padres, enseguida comprendieron la enorme tragedia
que había sucedido. Ninguno de sus hijos que la noche anterior los habían
acostado, permanecían en sus camas… como si “algo misterioso y silencioso los
hubiese secuestrado” y los gritos de las madres llamándolos empezaron a asustar
más a los habitantes de Hamelin. También la esposa del malvado Alcalde gritaba
de dolor por sus 4 hijos habían desaparecido. Pronto entendieron lo que el
Flautista de Hamelin les había dicho que “lo lamentarían” y comprendieron que
con la tercera flauta, aquella noche los adormeció y los introdujo dentro del
río. Formaron brigadas de voluntarios para buscar a las orillas del Weser algún
cadáver, pero era inútil, el río, seguramente los había arrastrado a cientos de
kilómetros. Cuando se informaron de la tragedia de los 185 niños y niñas, los
habitantes de los otros Pueblos, acudieron a Hamelín para ayudar en su
búsqueda, bajo las órdenes del ahora Comandante en Jefe, el cual antes de
partir le dijo al malvado Alcalde:
-
Alcalde, rece porque aparezcan los 185 niños y
niñas vivos pues de lo contrario, yo personalmente me encargaré de darle la
muerte más terrible que pueda imaginar, porque el único culpable es Ud. por no
cumplir su palabra con el Flautista de Hamelin las 100 monedas de Oro que le
prometió. Cuando ya estaban preparadas las brigadas de salvamento que esta vez,
venían con los perros Pastores Alemanes de rastreo y a su vez, cada habitante
portaba una escopeta cargada por si aparecían más ratas devoradoras, la voz del
más anciano, sonó en aquel silencio de pensamientos sobre donde podían estar,
que habrían comido, quien los taparía y con qué mantas etc.
-
Alto y escucharme. Yo conozco al Flautista de
Hamelin y aunque estoy seguro que él los llevó del Pueblo, más seguro estoy que
nunca les habría hecho daño. Si lo hizo fue para que aprendiéramos la lección
de no cumplir lo que se promete como hizo “ eso que llamamos Señor Alcalde”
-
¿Y qué nos aconsejas ahora, anciano?
-
¿Me prometéis que si el Flautista de Hamelin,
trae a todos los 185 niños sanos a nuestro Pueblo le pagareis las 100 monedas
de Oro…?
Entonces el Jefe Supremo, adelantándose a todos le dijo
-
Anciano, ante ti y ahora mismo, como Comandante
en Jefe del Pueblo de Hamelin y de los demás Pueblos Amigos que nos están
ayudando en esta búsqueda, doy
-
Primero.- orden de detener, arrestar y llevar
esposado al Alcalde el cual será atado con alambres de espinos ante nuestro
Árbol Sagrado, frente a la Casa del Pueblo.
-
Segundo:_ te juro y prometo que si aparecen los
185 niños y niñas vivos, yo personalmente le entregaré al Flautista de Hamelin
las 100 monedas de Oro.¡¡¡ Guardias… cumplir mi primera orden y atarle al Árbol
Sagrado, después ya veremos qué hacemos con él.
Rápidamente el anciano se dirigió a su casa para informar al
su Loro Napoleón de lo que había sucedido y así este volaría otra vez hasta los
nidos de las Águilas Reales y estas hasta la cueva del anteriormente llamado
Ermitaño. Y claro que allí se encontraban los 185 niños y niñas calentitos y
cuidados por el Flautista de Hamelin. ¿Como habían llegado a lo alto de la
montaña…? pues como él había bajado. Las Águilas Reales fueron cogiendo con sus
garras pero con mucho cuidado a cada niño y los subieron hasta la misma cueva
del Flautista y allí no les faltó abrigo ni comida. Este, como ya era de noche,
le digo a la Reina de las Águilas Reales, que le llevara este mensaje al Loro
Napoleón y este al anciano
-Mañana, sobre las 12 del mediodía, devolveré a todos los
niños y niñas a sus padres.
Nadie fue capaz de
dormir en ningún Pueblo esperando a las 12 del mediodía y ver llegar a los
niños por el Puente Viejo, pero a las 11,45 el Cielo se oscureció por la
llegada de más de 200 Águilas Reales
-
¡¡¡ Antes eran ratas devoradoras y ahora nos
atacan las Águilas Reales…!!!
-
- ¡¡¡ Callaros un momento porque me parece ver
algo fantástico..!!!
-
-¿Qué ves Comandante…?
-
- Veo que entre sus garras, traen a todos
nuestros hijos los cuales vienen cantando y otras Águilas traen también al
Flautista de Hamelin junto a sus 3 Flautas Mágicas…
Y así fue como el buen Ermitaño al que todos ya llamaban el
Flautista de Hamelin, entregó vivos y sanos a los 185 niños y niñas
“desaparecidos”. El Comandante en Jefe, dirigiéndose al Flautista de Hamelin le
dijo
-En nombre de mi Pueblo y de los otros Pueblos Vecinos y
Amigos, no voy ha entregarte 100 monedas de Oro… sino que te daremos 500
monedas de Oro y pedirte que nos honres siendo desde hoy nuestro Señor Alcalde
Perpetuo
- ¿ Y qué le haréis al otro que lo veo ahora atado a ese
gran Árbol Sagrado…?
-Creo que debe merecerse una segunda oportunidad y de
acuerdo con su esposa y con todos los Alcaldes de la Baja Sajonia, hemos
decidió que sea expulsado de todo el territorio de nuestra amada Alemania.
Y así fue como sucedió, pero el nuevo Señor Alcalde, no solo
se limitó a serlo, sino que creó una Escuela de Música donde él daba clases de
Flauta, aunque no, de las Flautas Mágicas y pronto vinieron profesores de otros
lugares y Países para ocupar plazas de idiomas, matemáticas etc. ESTE ES EL FINAL DE LA HISTORIA SECRETA DE MI
FAMILIA QUE POR AQUELLA ÉPOCA TAMBIÉN VIVÍA EN HAMELIN
¿ Y qué le pasó al
malvado Alcalde… mi querido anciano…?
-Nadie volvió a recordarlo, salvo el panadero que dijo
haberlo encontrado pidiendo limosna pero lleno de nieve y frío en un lejano
País llamado RUSIA.
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