PELO BLANCO


                                    PELO BLANCO
          Había pasado más tiempo de .lo normal. Su madre, como cada día, había salido de madrugada en busca de comida para él y para alimentarse ella y así darle su calentita leche a sus recién nacidos hermanos. No entendía las horas de los humanos, pero el frío de la helada de la noche, empujado por el viento del Norte, penetraba en aquella pequeña guarida y sin nada de comer, sus hermanos corrían un serio peligro. Sus llantos aumentaban y con ellos el miedo a ser descubiertos y devorados por cualquier perro hambriento, le inquietaba aún más. Decidió rodearlos con su cuerpo al menos así, algo más de calor notarían porque estaba seguro que ella, pronto llegaría. Pero los pequeños nada entendían y sus sollozos se propagaban por toda la cueva. No sabía que hacer, si dejarlos e ir en busca de su madre cosa que le daba miedo a encontrarlos después muertos o esperar a que esta llegara si es que no le había pasado nada grave. Con el poco calor que manaba de su cuerpo, los pequeños parecían entrar en un dulce sueño relajado y él decidió salir un momento a buscarla pero no sabía hacía donde dirigirse. Seguro que muy lejos de allí no andaría y si era así, ¿Cómo no escuchaba los llantos de los más pequeños.¿ le habría sucedido algo grave…? Decidió tomar el camino cuesta abajo esperando que ella lo encontrara subiendo cuesta arriba y un aterrador miedo comenzó a correr por su cuerpo sin querer entender bien lo que estaban sus ojos contemplando. Allí, a pocos metros, una pandilla de chicos cargaban una y otra vez sus escopetas de balines que entre risas disparaban al cuerpo de un animal que apenas se movía. Se escondió tras un árbol caído y tapándose la boca para que nadie escuchara su grito, vio que aquel animal era su pobre madre. La estaban matando y él nada podía hacer para salvarla, solamente ver como su vida se le escapaba del cuerpo a cada sorbo de aire que tomaba hasta que dejó de moverse y los balines dejaron de hacerle daño. Aquellos asesinos no paraban de reírse con la muerte de una gata sin entender que también ella tenía derecho a vivir y cuidar de sus hijos. Aunque su odio resoplaba por su sangre, trató de ver algo en ellos para poder reconocerlos y se fijó que todos tenían en el reverso de  la palma de la mano derecha, el tatuaje de la cabeza de una enorme COBRA REAL. Jamás lo olvidaría y posiblemente llegaría el día en que se vengaría de lo que habían hecho. No podía arrastrarla y decidió dejarla allí descansando. Ahora debía preocuparse de sus hermanos y buscarles cualquier cosa que pudieran comer sin masticar pues los dientes aún no le habían  salido. Lleno de rabia, dolor, lágrimas y hambre retrocedió a su guarida. Al menos no chillaban y suponía que se habían quedado dormidos pero cuando llegó a su lado, la escena le rompió el cuerpo y un escalofriante aullido resonó en todo el pueblo, al comprobar que no estaban dormidos, sino que el frio y el hambre, los habían matado. Muertos, sin moverse y blancos como la nieve, permanecían quietos y unidos unos junto a los otros y sobre ellos cayó derrumbado de dolor. Lloró durante horas y horas hasta que sus ojos vaciaron todas sus lágrimas, pero al igual que a su madre, nada les podía hacer. Con el paso del tiempo y teniendo que aceptar aquella desgracia pero sin olvidar el tatuaje de la Cobra Real que tenían en la mano los asesinos de su madre y también culpables de la muerte de sus hermanos, comprendió que para él la vida debía continuar al menos hasta que pudiese vengarse. Uno a uno fue recogiendo sus helados cuerpos y depositándolos alrededor del gran Roble Viejo donde jugaban por las tardes. Cavó cuatro hoyos y depositó allí sus cuerpos para taparlos de nuevo de tierra y rendido con el Alma rota, Pelo Blanco, se quedó dormido, pero un juramento lanzó antes del Sueño; “viviría para vengar la muerte de su familia cuando llegara el momento oportuno”. Sabía que tenía una sola cosa: su SOLEDAD, pero esta le haría más fuerte que los demás gatos
          Ni el helado frío de la noche consiguió despertarlo. Solo al amanecer, con los rayos del Sol apuntando en la lejanía, comenzó a notar un pequeño temblor producido por el hielo y sus ojos comenzaron a abrirse. Quería pensar que lo sucedido el día anterior había sido fruto de un mal Sueño, pero la realidad le hacía saber no lo había soñado y todo fuera verdad. Sin mucho valor, se incorporó y trató de pensar cómo iba a ser su vida de ahora en adelante. No ignoraba que siendo tan pequeño y sin el amparo de su madre, nadie lo aceptaría y lo difícil que sería encontrar comida. Lo que jamás conseguiría sería hablar como los humanos pero pensó que si estos siendo pequeños iban a la escuela para aprender ha hacer unos garabatos, él intentaría por las noches aprender lo mismo y una pequeña idea le fue surgiendo. Se pasaba el día por los alrededores de la escuela viéndolos felices jugar con los otros niños. A veces, alguno tiraba un trozo de su merienda al suelo, cosa que él aprovechaba para llevársela a la boca, pero una tarde, se encontró un pequeño libro lleno de dibujos debajo de los cuales había escrito unos garabatos, una libreta y dos lápices. Vio que no había nadie y sujetándolos fuertemente, se marchó a su guarida del Viejo Roble donde nadie le molestaría intentando adivinar lo que significaban aquellos extraños garabatos. Y así, todos los días se pasaba horas y más horas viendo los dibujos y comprendió que si bien, nunca podría hablar, si sería capaz de escribir en un papel garabatos que le ayudarían a ser comprendido por los humanos. Entre nevadas y aguaceros, entre Vientos del Suroeste y nieblas, fue pasando el invierno y entró en la ya cálida primavera. Durante ese tiempo recogió muchos libros que le fueron ayudando a comprender que aquellos garabatos, los humanos le llamaban escritura y ya sabía cómo dibujar todas las palabras para expresarse a través de ellas. Ahora solo le faltaban madurar la idea que rondaba por su cabeza para aplicar aquella escritura y tal vez la forma de vengarse de aquellos cuatro asesinos que llevaban el tatuaje de la Cobra Real en el dorso de la mano, le estaba agobiando y no le dejaba pensar. Seguiría controlando donde vivían pero ahora era el momento de llevar a cabo la idea que tenía de los garabatos. Aquella noche tuvo un fantástico Sueño. Erase un Pueblo en el que los animales se habían asociado con los comerciantes para protegerles  de las ratas ladronas y otros devoradores animales  que entraban en sus tiendas y lo destrozaban todo, Los lobos a su vez, en tiempo de heladas bajaban al Pueblo pero ya no mataban vacas, ovejas o caballos para comer y hasta los jabalís eran muy respetuosos con los frutos que plantaran los agricultores para sus cosechas, ni los pájaros comían  las semientas recién plantadas, pero en ese momento, aquel fantástico Sueño lo hizo despertar motivo por el cual se perdió el saber cómo habían llevado a aquella convivencia. ¿Tendría alguna relación con la idea que  flotaba por su cabeza y no era capaz de adivinarla?. Le pidió a la Luna Lunera que le ayudara a descubrirla y esta le concedió un Sueño en el cual se dio cuenta de su oculto pensamiento durante tantos años. Debía tener paciencia pues al principio los humanos no le comprenderían pero él insistiría hasta conseguirlo y decidió que el Sr. Carnicero sería el primero en mostrárselo. Lo pensó muy bien y unas noches después, bajo el claro de la Luna Lunera, en un blanco papel le escribió unos garabatos que eran las palabras que usaban los humanos entre ellos. Esperó a la hora del cierre de la Carnicería y cuando ya no entraba nadie más, se acercó al Sr. Carnicero, extendiendo su mano  para que lo leyera. El Sr. Juan, que así se llamaba no entendía lo que hacía aquel gato de Pelo Blanco, pero una extraña sensación le hizo recoger aquel papel. Cuando comenzó a leerlo, casi se desmaya y con sudores por su frente siguió leyendo;
            “””Hola Sr. Carnicero, gracias por recoger mi carta. Me llamo Pelo Blanco y como ve soy un simple Gato… si….si.. no se extrañe que yo le explicaré. Cuando era pequeño, mataron a mi madre y por eso también murieron mis hermanos pequeños. Me he criado solo pero he dedicado toda mi vida a leer esos garabatos que escriben los niños en la escuela y como no puedo hablar como los humanos, si he aprendido a escribir y entender lo que dicen sus garabatos de tal forma que si Ud. me hace una pregunta por escrito, yo la responderé por escrito…. por favor
            El Carnicero no paraba de sudar al pensar que fuera verdad lo que aquella nota que le dio un extraño Gato Blanco . Como no había nadie, se dejó llevar, cogió un papel y escribió…” dime entonces si soy hombre o mujer…” Y Pelo Blanco le escribió “es Ud. un hombre y muy buena persona por atenderme”, ¡lo suficiente para que el Sr. Juan se desplomara unos segundos desmayado! ¿Cómo podía ser verdad lo que estaba viendo…? ¿Un gato que sabía escribir palabras…? ¡Nadie se lo creería en el Pueblo…! Y volvió a escribir ¿qué es lo que quieres de mí?-
-Yo puedo hacer que en su carnicería no entren los ratones a comer carne, chorizo, o fiambres si Ud., nos ayuda?
-¿Tu sabes lo que me estás diciendo si esos ladrones me están arruinando cada mes?  ¿Qué debo hacer…?
-Debe darme en una bolsa los restos que le sobren y yo se lo llevare a ellos y ellos me prometerán que nunca más entraran a robarle
-¡Si consiguieras esa, te daría 3 bolsas de comida porque al morder la carne, tengo que tirar toda al día siguiente..! ¿ y cómo te llamas…? ¡Estoy hablando con un gato por escrito y esto es de locos…!
-Me llamo Pelo Blanco y mañana  le traeré noticias
-Pues llévale esta bolsa de carne para que lo te lo crean porque a mi nadie me lo va a creer
-Hasta mañana Sr. Juan
-Hasta mañana Pelo Blanco
Por fin había descubierto la idea que tanto tiempo llevaba oculta. Reuniría a todos los jefes de manadas, perros, ratones, lobos jabalís etc. para presentarle un Proyecto en el cual, los animales cuidarían día y noche por los humanos y por los bienes de los humanos del Pueblo y de esta forma, ellos les daría para poder comer sin tener que robar ni matar a otros animales. Al principio nadie se lo creía sobretodo aquella historia de que un gato entendiese los garabatos que los niños escribían
-¡No me importa que os extrañe-les dijo Pelo Blanco- solo quiero que me deis  vuestra palabra de líderes de vuestra manada para aceptarlo en que los protegeremos y la primera prueba es esta-.
           Entonces, salió de la reunión y trajo un saco de carne y huesos que le había dado el CARNICERO. Ante esa prueba, todos le dieron su palabra de que harían lo que Pelo Blanco les ordenara. A su vez el Sr. Juan el Carnicero, habló con pocas personas del Pueblo entre ellas el Alcalde, el Jefe de la Policía, el Médico, y el Maestro y ni enseñando los garabatos, que Pelo Blanco le había entregado se lo creyeron, pero fue tal su insistencia que aceptaron una prueba y esta sería que ellos estarían escondidos en la Carnicería y contemplarían si toda aquella fábula tenía algo de verdad. Cuando se presentó Palo Blanco con el acuerdo de los Jefes de Manada, el Sr. Juan no podía atenderlo, porque antes debía avisar a las autoridades así que buscando una mentirijilla, se citaron para el día siguiente a última hora de la tarde, donde ya les daría tiempo a esconderse y que Pelo Blanco no se enterase.
            Y así fue, cuando siguiente día se presentó de nuevo el Gato, con un escrito en el cual le confirmaba que los jefes de la manada habían aceptado ser los guardianes del Pueblo a cambio que los comerciantes les darían de comer. Pero el Sr. Juan quería más… y le dijo
-Pelo Blanco, me parece muy bien el escrito y te lo creo pero necesito que me escribas otra copia por si pierdo esta.
Todo lo hablaban por la escritura que Pelo Blanco llamaba garabatos pero el Carnicero lo que buscaba es que las autoridades ocultas fueran testigos de que era verdad que aquel Gato, sabía escribir y expresarse como los humanos y cuando Pelo Blanco acabó de escribir y le entregó el papel al Sr. Juan, salieron de su escondite provocando un enorme susto al Gato el cual fue calmado y protegido por todos allí presentes
-No te preocupes buen Gato que no vamos a hacerte ningún daño, al contrario, pero comprendo que cuando el Carnicero nos contó esta historia no podíamos creerla y por eso nos escondimos pero ahora vemos que es verdad y nos enorgullece que un Gato haya sido capaz de saber escribir y leer como nosotros. Será un secreto entre nosotros y  tu estarás en contacto con el Sr. Juan que es nuestro interlocutor y lo que los dos decidáis yo como Alcalde lo aceptaré, respetaré y lo cumpliremos y de esta forma todos en general seremos más felices y a partir de mañana, emitiré una orden oficial por la cual, todo ciudadano que maltrate de hecho o de palabra a un animal, cumplirá una condena de 20 años entre rejas.
        Pelo Blanco tuvo un recuerdo ante esas palabras “Si antes lo hicieran … mi madre y mis hermanos no habrían muerto…”. Y con 5 bolsas de comidas, salieron todos de la reunían y las depositaron a los pies del Viejo Roble y se marcharon. Escondidos estaban los Jefes de las Manadas que enseguida se acercaron para recibir noticias y aquellas bolsas para sus familias eran el mejor ejemplo de que comenzaba una nueva forma de vivir en paz en el Pueblo. Entre los animales, usaban el lenguaje animal pero después cada uno en su manada se transmitía por su propio dialecto de raza. Todos escucharon las explicaciones de Pelo Blanco y se dieron 72 horas para informar a cada manada y hacer un proyecto en donde deberían reflejar el compromiso y la forma de ayudar al Pueblo y sus exigencias por lo tanto… no había tiempo que perder y se despidieron dándole las gracias a Pelo Blanco de la proeza que había hecho y prometiéndole obedecer en todo lo que se acordara. En silencio se alejaron pero, había un Jefe de Manada que no se moviera de su sitio
-¿ Que te pasa Lobo Negro de las Altas Montañas que permaneces sin moverte…?
-Esperaba que se marcharan los demás porque tengo una grave noticia que darte y no sé cómo hacerlo
-Vamos, cuéntamelo como quieras, hoy es día de felicidad
-Eso es lo que os creéis el resto de las manadas. Esta mañana me ha visitado la Emperatriz Viuda Negra
-¿Viuda Negra… pero quién es y a que manada pertenece con ese nombre tan diabólico…?
-Es la Emperatriz de las Cobras Reales q  ue permanecen ocultas durante el Otoño y el Invierno y salen de sus cuevas al comenzar la Primavera
-¡Yo me creía que en este País no existían…! Solo sé lo venenosas que son y su convivencia entre nosotros, será muy peligroso para los humanos
- Te equivocamos Pelo Blanco, como se equivocan todos que no las conocen. Precisamente vino conmigo pero prefirió  esconderse y que nadie la viera para escuchar todo lo que aquí se hablaba. Su deseo era que al finalizar, pudiera hablar contigo
-¿Conmigo… Y no me morderá con su veneno…?
-¡No te hará ningún daño, te lo prometo pero creo que debes escucharla…!
-Está bien pero que no se acerque mucho a mí… por si acaso …¿vale..? Llámala.
-Emperatriz.. ya puedes acercarte despacio
          Y tras unas rocas, arrastrándose por el suelo fue apareciendo una enorme silueta redonda y gruesa de serpiente que sin embargo le pareció preciosa a Pelo Blanco
-Buenas noches Pelo Blanco y no tengas miedo de mi ni de ninguna otra serpiente de Cobra Real.
-Buenas… noches… sña Emperatriz pero la fama de vuestro veneno mortal no es para menos.
-Nada sabéis de nosotras y estamos condenadas a ser odiadas y temerosas, pero lo que no sabéis es que nuestro veneno, no siempre es mortal, salvo en los casos en que nos atacan y debemos defendernos.
-¿Que me estás contando…?
-Ese es nuestro secreto. Tenemos dos tipos de veneno, uno que es mortal en un minuto y el otro que lo usamos para curar enfermedades incluso de los humanos
-¡No me lo puedo creer lo que estoy escuchando. ¿Me estás diciendo que vosotras, las terribles Cobras Reales podéis curar…?
-Te lo prometo como Emperatriz de ellas que soy. El motivo de querer hablar contigo es porque nos enteramos de tu proyecto y estamos cansadas de tener que vivir ocultas al mundo. Sabemos que podemos aportar al Pueblo cosas buenas y protección y ya no queremos matar a más ratones, conejos, pájaros etc. para comer
-Me has dejado sorprendido. Si así lo consideráis, tienes 72 horas para decirme que podéis aportar y que comida queréis a cambio, pero eso del veneno sano… me cuesta creerlo.
     Y de pronto, como si en su cerebro se le encendiera una luz misteriosa, Pelo Blanco se acordó de los asesinos de su familia que llevaban una Cobra Real tatuada en el reverso de la mano. Igual había llegado la hora de su venganza.
-Me gustaría hablar a solas contigo ¿puede ser Lobo Negro…?
-Claro que si, si me iré adelantando Emperatriz y os esperaré en la Roca Negra de la montaña
-No será mejor que no la esperes porque tengo muchas cosas que contarle
-De acuerdo… entonces hasta las 72 horas que nos reuniremos todos
-Y gracias por traerme a la Cobra Real.
           Y así, mientras el Lobo Negro se alejaba, Pelo Negro le contó la cruel muerte que le dieran aquellos asesinos a su madre y por culpa de esto, la muerte de sus hermanos.
-¿Quieres entonces que los envenene y se mueran en un minuto….?
-NO…. no quiero que mueran pero me gustaría que sufrieran  durante todos los días de su vida sin que por ello se mueran… ¿ Puedes hacerlo…?
-Claro que si. Enséñame donde viven y te lo demostraré
          Sigilosos, atravesaron el Pueblo con la Luna y las Estrellas de testigos.  La primera casa tenía una ventana abierta por la que gato y cobra penetraron hasta encontrar al primer asesino. Pelo Blanco le confirmó que era uno de ellos y la Emperatriz introdujo primero su afilada lengua por un oído hasta dejar depositado unas gotas de veneno en su cerebro. Una vez acabado, volvió a introducir su lengua por las fosas nasales una por una hasta su estómago y volver a depositar otra vez veneno y salieron de la casa.
-Ya está. El efecto lo hará al amanecer
-¿ Y qué les pasará…?
-Si abren los ojos verán la enorme cabeza de una Cobra  Real con la boca abierta y los colmillos cargados de veneno dispuesta a tragárselos empezando por su cabeza y si cierran los ojos, verán como una gata les dispara sin compasión con una escopeta de balines los cuales le atravesaran el cuerpo pero en ningún  caso  será verdad, y solo ellos lo verán y el terror les volverá locos y nadie les podrá curar si no soy yo
       Y así lo hicieron con los cuatro salvajes. Al terminar la Emperatriz Viuda Negra se despidió de Pelo Blanco pues debía informar a su manada y preparar un informe de lo que podían hacer. Mientras Pelo Blanco se quedó cerca de las cuatro casas para ver lo que pasaba cuando comenzaran a despertarse y lo que pasó fue aterrador. Los gritos asustaban a todo el pueblo sin saber el motivo. Era como había dicho la Emperatriz Cobra Real, al abrir los ojos, la imagen en sus mentes de una enorme Cobra Real dispuesta a tragárselos les provocaba el mayor terror que jamás podían imaginar, pero si cerraban los ojos, los gritos de dolor por los balines que les disparaba una gata les hacía retorcerse pero en su cuerpo no había ninguna huella de los mismos. Hicieron llamar al médico del Pueblo y a otros médicos porque el tremendo delirio de sus voces asustaba a todo el Pueblo y nadie le encontraba explicación, entonces Pelo Blanco se dirigió a la Carnicería del Sr. Juan para informarle de lo que había pasado y que solo las Cobras Reales podían curarlo con su veneno, más este no era capaz de entender como un veneno podía a su vez ser curativo. No perdían nada en comprobar que si era verdad y eso serviría para que los demás habitantes se lo creyesen y aceptaran ver pasear por las calles del Pueblo a las venenosas Cobras Reales, como siempre habían creído que era así. Pero había que apurarse
 Pues las 72 horas para la reunión general con los jefes de las diferentes manadas pronto llegarían. Esta vez Pelo blanco, precisó de la ayuda del Buitre para que este volara a la Montaña y se lo contara a la Emperatriz Viuda Negra. Debía estar en el Pueblo, junto al Viejo Roble, al anochecer para hablar con él y rápidamente el Buitre emprendió el camino. Comenzaba a anochecer cuando la C obra Real llegó al Viejo Roble, pero esta vez, acompañada por 4 jefas de su guardia personal y eso alegró a Pelo Blanco.
-¿ Me has llamado Pelo Blanco…?
-¡Gracias por venir y es que tenemos un serio problema con los asesinos de mi familia. No paran de gritar aterrorizados por lo que ven y por lo que sienten
-¿Y que quieres que haga… los matamos…?
-No, lo estuve pensando y me he convencido que el odio nunca es bueno y si los sigo odiando, siempre tendré el dolor de lo que le han hecho a mi familia, pero si les perdono ese dolor desaparecerá y para ellos será una dura lección
-Tienes razón Pelo Blanco y eso demuestra tu nobleza. Como te dije nuestro veneno también cura a los humanos de muchas enfermedades aunque a veces para tener que entregar ese veneno esto nos cause la muerte, pero al menos habremos curado a inocentes que están en peligro de morir. Quédate aquí que yo iré con mi guardia personal y los curaremos y de nada se acordaran, pero su nuevo instinto les hará ser buenos con los demás gatos
-¿ Y cómo lo harás…?
-Eso no puedes verlo porque forma parte de nuestro secreto. Tu procura que nadie  nos vea por el camino.
-Dame una hora para avisar al Carnicero.
-Una Hora, no tienes más.
Y veloz Pelo Blanco fue a la casa del carnicero y a través de aquellos garabatos, le contó lo que había acordado con la Cobra Real y este a su vez corrió a casa del Alcalde para informarle de lo que iba a suceder y así lo hicieron todos. Nadie supo nunca como actuaran las Cobras Reales pero el caso fue que a la hora y media aquellos 4 muchos dejaron ante el asombro de familiares y el Pueblo de gritar de terror. Entonces se dieron cuenta de que era verdad lo bueno que sería contar con el veneno de las Cobras Reales para curarse. Y dio comienzo una nueva vida en aquella Sociedad. En los demás Pueblos quisieron hacer lo mismo pero Pelo Blanco nunca les descubrió como contactaba con los humanos y poco a poco fueron llegando a vivir miles de forasteros que hicieron crecer más el Pueblo y a su vez, millones de turistas lo visitaban para contemplar como Lobos Negros, gatos, Cobras reales y demás animales convivían en paz ayudándose unos a otros y así terminó esta historia.

2 comentarios:

  1. Hola mi querido amigo, después de un tiempo he vuelto a entrar en el ordenador , no se que me pasa pero en este tiempo no me apetece pasar por internet, espero que estes bien , espero que te vayas recuperando , se que es muy duro por todo lo que estas pasando , pero tienes a tu familia arropándote y que te quiere un montón.
    Yo releo mis escritos y los tuyos y los de otros amigos, pero no escribo nada, tan solo repaso y asi me distraigo.
    Espero que te cuiden mucho querido amigo Eugenio, desde mi rincón te mando un fuerte abrazo y te mando un besito tambien .
    Que te cuiden bien y dejate cuidar Eugenio, tu amiga que no te olvida . Gloria

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    1. Mi entrañable amiga y Poetisa de la Noche Gloria. Un poco perdido con este cambio de salud, pero como me dicen... "aún milagrosamente estoy aquí para contarlo".Algo nuevo voy escribiendo pero como siempre lo hago para mí, sin pensar si gustará o no gustará. Echo en falta el bajar a la playa de arenas blancas buscando huellas, pero jamás las olvido.Cuida de Carlos que no me gusta nada esa afonía y decirle que no hable tanto eso es imposible porque despues de muertos aún nos ofrecerá petróleo y demás cosas. Te quiero mucho. Un biquiño de tu fiel amigo-eugenio

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