LA JOVEN GAVIOTA, EL BUEN BÚHO Y EL POTRO BLANCO




            LA JOVEN GAVIOTA, EL BUEN BÚHO Y EL POTRO BLANCO

         Habían pasado 2 larguísimos días y 2 interminables noches durante las cuales, su pequeño estómago se había encogido apresuradamente, mientras una sensación de temor en su mente le hacían brotar lágrimas de dolor por sus ojos… ¿Por qué tardaban tanto…? ¿ les habría pasado algo malo …?. Los demás padres regresaran al atardecer, como cada día, con sus estómagos repletos de peces para alimentar a sus hijos pero a ella… nadie la visitaba, nadie le daba alguna noticia de sus padres…y mucho menos le dejaban caer un solo pescado para alimentarse. Y así, su alma se iba entristeciendo de dolor y hambre. ¿Les habría pasado algo malo…? ¡¡¡ Posiblemente… estarían nadando sobre las embravecidas olas, tras llenarse de peces para ella, sin poder levantar su vuelo… ¡!! ¿Qué podía hacer…?. Los pequeños como ella tenían prohibido salir de día mientras sus padres iban de pesca pero nadie le había dicho que no volaran de noche. Aprovecharía la oscuridad nocturna sin Luna y al amanecer … ya estaría sobre el gran mar y con el claro del día le resultaría fácil encontrar sobre las olas a sus padres … porque ¡¡¡ seguro que seguirían vivos nadando para llegar a su lado, cargados esta vez con demasiados peces en sus estómagos …!!! …  ¡¡¡ tal vez fuera tan solo “eso” y con tanta pesca … no pudieron levantar el vuelo …
           Y así, en el silencio de aquella tenebrosa y oscura noche, levantó el vuelo de su nido por primera vez, recordando las lecciones que le había dado su madre…
-Déjate llevar por el Viento pues él sabe muy bien a donde llevarte…
          Las fuertes ráfagas fueron desplazando su débil cuerpo sin ver hacía donde le llevaba…. pero el Viento… sabía a donde quería ir y ese destino no era otro que altamar. Era incapaz de ver nada en aquella oscuridad y así, se dejó llevar horas y horas mientras los demás miembros de su comunidad dormían acurrucados a sus crías y al cabo de horas, cuando el matutino Sol, comenzó a despertar, sus tenues rayos, le hicieron vislumbrar atreves de sus agotados ojos un aterrador paisaje. Bajo su frágil cuerpo, el mar había desaparecido, como si las sombras de la noche se lo hubieran tragado y sus agotados ojos, comenzaban a ver un nuevo paisaje para ella. Campos verdes con grandes robledas, ríos de mansa y transparente agua que bajaban de las pequeñas y viejas montañas. Agotada, decidió apoyarse en la rama de un viejo árbol y reflexionar lo que le había pasado pero su cansancio y su sueño eran tan grandes, que al instante se quedó dormida. Durmió durante horas y horas y cuando sus ojos se fueron abriendo, la Luna Lunera comenzaba esta vez a resplandecer en la noche. Sus astutos ojos, observaron el cuerpo recién muerto de un conejo en el pie de aquel árbol y se lanzó sobre él, para recurar todo el esfuerzo que había hecho.. Ya con su estómago lleno, trató de pensar que le había pasado al mar que no acababa de verlo y pronto comprendió que aquel fuerte viento, por el cual se dejó llevar, la había arrastrado tierra a dentro alejándola lejos, muy lejos de sus acantilados. Entonces… ¿dónde estaba ahora…? ¿ que paisaje era aquel sin mar y sin acantilados …? Desde su rama veía extrañas aves que no reconocía mientras por el suelo, gordísimos animales con enormes pechos se atiborraban de verde hierba… ¿cómo se llamaría… hablarían como ella …? Poco a poco, aceptó la idea de no volver a ver a sus padres pero no sabía como regresar a los acantilados donde estaba su manada. De llegar allí, volaría con las demás hacía el infinito mar y llenaría su estómago de peces pero… ¿ como llegar…? ¿ que rumbo tomar…? ¿ hacía donde dirigirse …? Y la voz de su madre, resonaba en sus oídos
¡¡¡ debes dejarte llevar por el Viento pues solo él sabe hacía donde debes ir…!!!
Y así, al anochecer , habiendo recuperado sus fuerzas, levantó de nuevo el vuelo dejándose llevar otra vez por el Viento. Él sabría a donde debía ir… se lo había dicho muchas veces su mamá y voló y voló toda la noche hasta que al amanecer, coincidiendo con su agotamiento y sueño observó levemente que allí … tampoco había mar, ni tan siquiera viejas montañas, ni campos verdes, ni frescos ríos … solo un pequeño árbol donde se apoyó quedando extenuada y dormida. Pero esta vez, poco le duro el sueño porque una extraña voz la despertó asustada…
-¡¡¡ Despierta … extraña extranjera … ¡!! ¿ como puedes dormir de día y bajo los rayos del Sol …?
Temerosa de aquella voz abrió los ojos y frente a ella una fantasmagórica ave con aspecto aterrador le hablaba mientras giraba toda su cabeza de un lado para el otro.
-¡¡¡ Dios mío… no me hagas daño … por favor… ¡!!
-¿ Hacerte daño…? Solo te he preguntado porque duermes de día … extranjera
- Es que llevo volando perdida dos largas noches …
-¿ Y quieren eres … y de donde vienes que en estas tierras no existen aves de tu raza … aunque debo reconocer que con ese plumaje blanco … eres muy guapa ….?
- Vengo siguiendo al Viento desde las tierras de los acantilados… frente a los grandes mares …
-¿ De los acantilados … de los mares …? ¡¡¡ Nunca escuché hablar de ese País y no sé lo que significa …¿ pero… como te llamas y a que especie de ave extraña perteneces …?
- Soy una joven Gaviota …
-¿ Una Gaviota? ¿ que ave tan rara …? Nunca vi otra como tú por nuestros campos …
- ¿ Seguro que no me harás daño …? Eres tan extraño y … disculpa… tan feo con ese girar dse tu cuello que me dás miedo … ¿ quien eres…?
- Tranquila … eso … Gaviota o como te llames, en cuanto a mi fealdad, deben ser tus agotados ojos porque soy un Búho Real …
- ¿ Eres acaso el Rey de estas llanas tierras …?
- Bueno … podría decirse .. que sí, pero cuéntame como has podido llegar aquí
        Y ya más tranquila, la Gaviota le contó todo lo que le había sucedido desde la desaparición de sus padres hasta reclar en aquellas tierras tan inmensas y llanas, sin el verdor de la suya, sin acantilados ni mares …
-        ¡¡¡ Que historia tan triste pero a la vez que valiente has sido …!!! No debes temer a nada ni preocuparte durante el tiempo que estés aquí porque yo te cuidaré y te protegeré y no permitiré que nadie te haga daño …
-        Gracias Rey… y la verdad es que ahora me estás pareciendo mucho más guapo
-        No soy Rey … solo soy un Búho Real. Ahora debes descansar mientras yo te voy a buscar comida e informaré a toda la Comunidad de aves de nuestros campos de tu presencia y sobretodo de tu historia tan valiente
-               Y así, relajada y agotada al mismo tiempo, la Gaviota se quedó plácidamente dormida, momento que aprovechó el Búho Real para llevar la noticia a las otras aves de lo que había visto. El Búho Real les ordenó que nadie se acercara a ella sin estar él presente, de lo contrario se asustaría. Decidieron que solo el jefe de cada manada la visitaría y le llevarían cada uno, un poco de comida. Cuando la Gaviota despertó se sorprendió ver a su alrededor muchas y diferentes aves que la contemplaban silenciosos pero no se asustó porque a su lado esta su nuevo amigo el Búho Real
-        ¡¡¡ Por fin has despertado. Llevamos un buen rato viéndote dormir. Estos son mis amigos que ahora serán tuyos también  y han querido venir a conocerte porque ellos jamás vieron una Gaviota y desean que les cuentes, mientras comes como es la tierra de los acantilados, el mar, los peces para luego ellos contárselo a sus manadas
-        -Hola Gaviota Blanca… ¿ te gustan nuestras tierras llanas
-        -Claro que sí … pero siento morriña , de mis tierras llenas de hierba verde, de mis ríos mansos que bajan de las viejas montañas pobladas de árboles pero sobretodo echo en falta mis acantilados y el inmenso mar azul que arrastran las olas contra las rocas formando nubes blancas saladas en el cual viven miles y miles de peces que…
-            Y así durante horas, mientras comía les habló de su lejana tierra a la vez que veía que ellos, a cada historia, abrían sus bocas sorprendidos de lo que ella les contaba
-        -¡¡¡ Bueno …por hoy creo que ya os ha contado suficientes historias y ahora debe descansar y vosotros debéis volver a vuestras manadas
-        - Sería bonito que mañana acompañaras a la Gaviota Blanca a visitarnos, porque nuestros pequeños, después de que le contemos todas estas historias desearan conocerla
-        - Me parece bien …¿ y a ti Gaviota Blanca …?
-        -Si te parece bien a ti yo iré encantada Búho Real
-        - De acuerdo y no se hable más …. Mañana acompañaré a la Gaviota Blanca a visitar a vuestras manadas
-             Y con un fuerte saludo de alas, se despidieron de ella regresando a sus nidos
-             Al día siguiente, Gaviota Blanca ( como la habían llamado) sintió que volvía a ser feliz en aquella llana tierra pero le faltaba el olor salado de las olas y sobretodo…. Sus acantilados
-        -¿ Que piensas hacer … Gaviota blanca…?
-        - Me gustaría quedar a tu lado Búho Real pero no puedo olvidar mis acantilados y las olas del mar empujadas por el Viento sobre las rocas
-        -Pero no sabes como llegar allí y yo y las demás aves no sabemos como podemos ayudarte porque desconocemos los caminos más allá de las tierras llanas …
-        - Ya lo sé pero debo regresa porque allí vive mi manada. Solo tengo miedo a que el Viento me lleve otra vez a tierras extrañas donde las aves de esos lugares no sean tan buenas como tu y los tuyos
-        -¡¡¡ No te preocupes … algo sé que se hará … algo pensaremos… ahora quieres que visitemos a las manadas de las aves de estos llanos campos…
-        -¡¡¡ Iré encantada … ¡!!
-           Y así pasaron un feliz día visitando cada manada de aves que ansiosas la esperaban para ver por primera vez una Gaviota Blanca. Y en cada sitio respondió a todas las preguntas que le hacían, mientras la invitaban a comer más y más comida. El Búho Real, al atardecer, se dio cuenta del cansancio de la Gaviota y decidió dar por finalizada las visitas cosa que todos comprendieron, pero con la promesa de volver otro día. Esta vez fue la Gaviota la que sacudió las alas agradeciendo el haber sido tan bien recibida y con la barriga llena, regresaron al árbol para descansar otra noche más.
-           Pero el Búho Real tenía un trabajo nocturno que hacer. Aprovechando el plácido sueño de la Gaviota, se dirigió a la cueva del Sabio y anciano Loro pues seguro que él le diría como debía hacer la Gaviota para llegar a lsu tierra de los acantilados
-        -¿ Quien llama a estas horas de la noche a mi puerta …?-pregunto el Sabio y anciano Loro
-        - Soy yo … el Búho Real …
-        -¡¡¡ Vaya …!!! ¿ Y que motivos urgentes te traen para venir a estas horas de la noche …?
-        Debo contarte una triste y bella historia y espero que me ayudes …
-              Y así, uno frente al otro, el Búho Real le fue contando todo lo sucedido desde el primer momento que conoció a la Gaviota Blanca y sobre todo su deseo de volver a la tierra de los acantilados …
-        - Hace mucho tiempo que visité esas bellas tierras …. La llamaban los humanos… Galicia, pero es increíble que una joven Gaviota fuera capaz de llegar volando a nuestras tierras llanas …
-        -Y si la tierra de los acantilados la llaman Galicia … ¿ como llaman a nuestra tierra… Sabio y anciano Loro…?
-        - La llaman … Extremadura  … y aquel pueblo del llano … lo llaman … Don Benito…más…¡¡¡ calladito ahora un poco, Búho Real que debo pensar …
-            Y al poco rato, dando un salto en el aire replicó
-        -¡¡¡ Ya lo tengo …. Ya lo tengo …!!!
-        -¿ Que tienes Sabio y anciano Loro
-        - El otro día escuché en Don Benito que un famoso criador de caballos llamado Pedro Vargas había traído un Potro Blanco de la tierra de los acantilados y al llegar al Pueblo, enfermó de tristeza, así que al amanecer llevarás a la Gaviota Blanca a que sobre vuele sobre el Potro Blanco y seguro que él la reconocerá …
-        ¿ Y … ¿
-        -Pues si sucede lo que creo que sucederá, el Potro Blanco estallará de alegría y la seguirá …
-        -¿ Y si no …?
-        - ¡¡¡ Pues … pensaré otra cosa …
-           A la mañana siguiente, tan pronto como despertó la Gaviota Blanca, le dijo
-        - Gaviota … prepárate que nos daremos un paseo sobre el Pueblo de Don Benito …
-        -Vale …
-        Levantaron el vuelo y la joven Gaviota contempló con calma aquellos inmensos llanos mientras el Búho Real, divisaba a lo lejos un Potro Blanco tumbado sobre el suelo, como si las fuerzas le hubiesen escapado del cuerpo. Cerca de él, el sr, Pedro, su dueño, veía como su joven Potro cada día, desfallecía más y al contemplarlo tan débil, pareció comprender el motivo …
-        -Nunca debí sacarlo de su tierra verde …
-           Pero este, solo con un pequeño ojo abierto, pareció ver lo que creyó que era un bello sueño volando cada vez más cerca de él lo que provocó que abriera extensamente los dos ojos para asegurarse que “aquello que volaba… no era un sueño””” ¡¡¡ era una Blanca y joven Gaviota de su tierra … de la tierra de los acantilados …!!! Y su inmensa alegría le hizo dar tal brinco que su dueño se asustó mientras no paraba de relenchir loco de felicidad
-        - ¿ Que te pasa Potrillo … acaso has sufrido un ataque …?
-        Pero el joven Potro no paraba de saltar y relinchar a los cuatro vientos hasta que su dueño, se dio cuenta de la presencia de la Gaviota Blanca
-        -¡¡¡ Dios mío …¿ como ha llegado hasta aquí …?
-            La Gaviota también lo vio y reconoció y contentísima bajó su vuelo a la altura del Potro. El señor Pedro Vargas llamó a gritos a su familia y demás vecinos para que fueran testigo de aquel maravilloso espectáculo .
-        La Gaviota se había apoyado sobre la cabeza del Potro y este más relajado no cesaba en darme besos con su lengua y en ese instante este, echó a trotar por toda la finca llevando a la Gaviota agarrada por sus patas a su cabellera sin caer al suelo.
-        Todos comprendieron lo que estaba sucediendo y los mayores comenzaron a llorar de emoción. Dos animales de una misma tierra lejana habían unido su morriña al sentirse tan alejados. Cuando el Potro comenzó a fatigarse se fue parando pero la Gaviota Blanca no se desprendía de él. Mientras el Búho Real fue a buscar al anciano y Sabio Loro el cual le dijo al sr, Pedro
-        -Sr. Pedro … ya lo ha visto, estos dos animales se morirán si continúan en Don Benito tan lejos de la tierra de los acantilados, su tierra
-        -¿ Y que puedo hacer …? Yo ahora no puedo volver allí …
-        -No le pido eso…. Solo le pido que deje al Potro en libertad y los dos buscaran los caminos que les llevaran a sus tierras verdes de mansos ríos y de viejas y pequeñas montañas y atreves de allí… llegaran a sus acantilados donde el olor del mar… les devolverá la vida que ahora les falta
-        El Potro Blanco y la Gaviota Blanca al oír esto, giraron sus miradas hacía el Sr. Pedro Vargas implorándole que lo permitiese pero fue su hijo mayor el que se lo pidió..
-        -Papá… por favor … déjalos volver a sus tierras… porque estoy seguro que solo allí … serán felices …
-            El señor Pedro comprendió que su hijo tenía razón y le respondió¡¡¡ Claro que si….!!!  Potro Blanco sé que entiendes lo que te voy ha decir, quiero que regreses a las tierras de los acantilados y lleves contigo y la protejas con tu vida a la Gaviota Blanca. Tal vez algún día… yo vuelva a aquellas tierras y te prometo que te buscaré…
-        Amigo
-        El Potro Blanco, con los ojos llenos de lágrimas acercó su cabeza a la cara del sr. Pedro y le besó
-        -Debes llevar una mochila al cuello que te prepararé con comida para los dos durante el viaje y una manta si por las nohes hace frío. La Gaviota Blanca también se abrazó a su amigo y algo le dijo al oído al Sabio y anciano Loro que este exclamó
-        -Humanos, me ha dicho la Gaviota Blanca que os dé de su parte las gracias pues habéis demostrado ser los habitantes del Pueblo de Don Benito, unos humanos Nobles y de buen corazón pero esto no es un adiós sino un hasta pronto porque allá en sus tierras de los acantilados hablaran de vuestra nobleza, Pueblo de Don Benito y con ellos vendrán a visitaros sus hijos y los hijos de sus hijos …
-        - ¡¡¡ Ala Potro Blanco …  debéis poneros en marcha pues os espera un largo caminar

-            Y así, relinchando por última vez la Gaviota Blanca sujeta a la cabellera del Potro Blanco, partieron rumbo a sus lejanas tierras a las cuales llegaron días y días después y allí fueron contando lo que habían visto y la buena gente que vivía en aquel lejano Pueblo llamado Don Benito y ¡¡¡¡ claro que no se olvidaron al poco tiempo de volver allí….. pero esta es otra historia que os la contaré otro día … ¡!!!

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